Dicen que es de “buen nacido ser agradecido” y yo siempre estaré eternamente agradecido a las personas trans que empezaron los actos de guerra contra las imposiciones aberrantes de las cisnormas, de un sistema sanitario aún más deficiente que el actual, de problemas legales y administrativos que nos anulaban e invisibilizaban. El “borrado trans” en las cárceles, los apaleamientos en manifestaciones por parte de los “grises” y las consignas que aún hoy, a pesar de los cambios de época, se siguen dando porque aún es vigente el daño hacia las personas trans, la violencia en todos los aspectos de la vida, no ha sido posible del todo porque hay transactivistas que siguen en pie, pese a quien le pese, y con una determinación brutal. Mar Cambrollé es una de esas mujeres que han luchado con uñas y dientes para comprender primero qué pasaba con ella misma, así como lo que ocurría a su alrededor y poder echar una mano para allanar el camino a los que venían detrás. Es una mujer brilla