Llevamos viviendo tiempos convulsos desde hace varios años. Unos meses atrás, concretamente desde el final de las restricciones del COVID, hemos comprobado que ha aumentado las palizas indiscriminadas hacia las personas LGTBIQA+ y un recrudecimiento de los discursos fascistas, estigmatización en medios de comunicación y acoso en redes sociales desde “supuestas feministas” cercanas al PSOE. Voces que no son “disidentes”, sino simplemente cargadas de odio. Ayer a las 11 de la mañana se llamaba a moverse por Twitter un HT para visibilizar el Fascismo galopante que estamos sufriendo gracias aun comunicado de la T del colectivo, aunque más bien era toda la amalgama de siglas exigiendo que no se de ni un paso atrás en políticas destinadas al fomento de la diversidad y la protección de personas diversas en orientación y/o identidad en Andalucía mediante la derrogación de la Ley Trans Andaluza. No pude estar en esa lucha, aunque apoyé como pude difundiendo previamente entre gente LGTBIQ