El colectivo trans lleva décadas denunciando el acoso sistemático hacia las personas trans, sobre todo hacia las mujeres trans. En los últimos años las agresiones verbales y físicas han ido en aumento, así como la difusión de bulos en redes sociales; por supuesto, el acoso en redes sociales (mediante la difusión inclusive de material fotográfico delicado) ha aumentado a un ritmo vertiginoso. Los hombres trans y las personas no binarias han empezado también a estar en el punto de mira, sobre todo los hombres trans cuando deciden salirse de la norma estereotipada que se ha tenido de nosotros. Esa norma eran básicas: seguir cisheteronormas a raja tabla, aunque nos hiciese daño y fuese en contra de nuestros verdaderos sentimientos. Se nos inculcaba que así debíamos ser para conseguir hormonas, cirugías o simplemente cierta paz. Por supuesto, esa paz era falsa. La paz interior, la de cada uno, quedaba secuestrada con tal de no ser apaleado en mitad de la calle. He presenciado insu