GAY PATRIARCADO y GAY CENTRISMO Creo que no hay año que tenga descanso mi “pequeña mentecita” cuando se enfrenta a los discursos y mensajes más clásicos -además de bochornosos- de la historia reciente de la lucha LGTBIQ+. Durante años -o más bien desde que mi conciencia se activó siendo tan sólo un niño- he visto como se ha ido integrando y normalizando la homosexualidad, pero a la vez se echaba a un lado a lo “raro” o “perverso” que podía aparecer en el colectivo. La homosexualidad masculina, aclaro. La homosexualidad femenina, es decir, el lesbianismo siempre ha seguido en un segundo plano y con un discurso y tanto burlesco -y a veces de odio o rechazo por “asco” o “miedo”- por parte de distintos sectores de la sociedad. La primera protesta se inició en Stonewall cuando una mujer trans racializada -la genuina Marsha P. Johnson- decidió agarrar un ladrillo y emprender un grito de guerra acompañada por otras compañeras trans. La otra voz femenina que se alzó con rabia fue l