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F de Fascismo, no de Feminismo

 


Deshumanizarnos es muy fácil, nos convierten en un concepto fácil de emplear para aplicarlo contra cualquier problema que supuestamente (y sospechosamente) es culpa nuestra. Destruirnos es sencillo, pues somos la pieza que nunca quiso encajar. Somos el inicio para la destrucción de la diversidad, es fácil ir contra nosotras para luego atacar al resto. La violencia está comenzando a llegar como pequeñas olas a las otras siglas del colectivo LGTBIQA+, pero pronto será una ola que se convertirá en un Tsunami y acabará con los pocos derechos que hemos alcanzado tras poner nuestras voces, rostros, cuerpos y nombres en cada lucha. El patriarcado G, incluso ellos, están siendo hundido como ya ocurrió en los 80’s con el VIH. Suerte a todas las personas, pues ha empezado la caza sin objetivo exclusivo. Ya no es negociable la lucha, ¿aunque lo fue alguna vez?


Disculpad, pues llevo más de 20 horas estudiando sin descanso (salvo unas pocas horas de sueño, aseo y alimento) ya que estoy a punto de comenzar una de mis semanas de exámenes cuatrimestrales de mi Grado en Trabajo Social. Ese es el motivo (el principal) por el cual no estoy actualizando como tiempo atrás, también lo aclaro porque me dijeron una vez que si quería "cambiar el mundo" debía "hacer algo". Bueno, Papá ya está hecho...


Allá por Septiembre del 2021 me debatía entre las distintas asignaturas a elegir. Decidí que serían sólo unas pocas cada cuatrimestre por problemas laborales, familiares y de salud. Salud mental, ojito. El estrés pasa factura a mi cuerpo y a mi alma, una factura que creerme puede ser más cara que la factura eléctrica en mi pequeña vivienda. Revisé los libros, las guías y escuché a compañeras de otros años. Mi elección por POLÍTICA SOCIAL fue por su contenido reivindicativo (al menos esperaba que lo fuera como parecía sobre el papel) y porque era tipo test. Me gusta redactar, pero no en época de Covid donde es mejor estar el menor tiempo posible en un aula. Sí, soy de los que aún le preocupa el Covid porque tengo colectivos vulnerables a mi alrededor todo el día.


El libro es uno de los pocos manuales de la UNED que no tiene transfobia, capacitismo, etc. ¡Rápido pedid un deseo! ¡Ha pasado una estrella fugaz única y excepcional! El título del libro es “Políticas Sociales: Innovaciones y Cambios” y la coordinadora del libro es Carmen Alemán Bracho. Un sentido abrazo y beso cariñoso desde mi casa, Carmen. Sí, también para la editorial ARANZADI.


El capítulo 4 está dedicado a los movimientos sociales que están luchando para alcanzar la igualdad plena en derechos, lo cual hará que todas las personas dentro de su diversidad pueda disfrutar de lo que legalmente les pertenecería únicamente por nacer. Aunque claro, eso es si la discriminación no fuera un hecho. En la página 139 aparece en letras mayúsculas un pequeño apartado para FEMINISMOS. Digo pequeño porque son dos carillas nada más, aunque de los derecho de la mujer se habla más de una vez en el libro (en distintos temas) porque es la columna vertebral de muchas políticas.


Justo en el tercer párrafo, casi al final de este, aparece una de las frases más significativas “en el siglo XVIII, comenzó a poner de manifiesto la debilidad de los argumentos naturistas para justificar la inferioridad de las mujeres en ase a una razón que -se argüía- solo pertenecía a los hombres (varones), blancos y mayores de edad.” Es curioso, e irrisorio, que el movimiento TERF enarbola esos argumentos naturistas para hablar de la “supuesta inferioridad biológica y natural” de las mujeres frente a los hombres, para eliminar la capacidad de las deportistas mujeres cis para competir contra o conjuntamente con las mujeres trans. Mary Shelly o Flora Tristán estarán que se retuercen en sus respectivas tumbas, pues sus espíritus están siendo pisoteados. Se ha vuelto a hablar de la mujer como incapaz de vencer a “lo genéticamente masculino” (si es que realmente la genética fuera binarista, cosa que no es).


Simone de Beauvoir o Betty Firedman lucharon por romper las estructuras patriarcales en lo económico que la subyugaban a través de la “identidad femenina”. No hablaban de destruir lo “femenino”, sino de liberar a las mujeres para poder alcanzar las mismas cuotas que sus compañeros hombres alejándolas del estigma. No te pedía alejarte de tu feminidad, sino que tú siendo mujer pudieras serlo sin que te minusvaloraran por ello. Mujeres libres, absolutamente libres, de las cadenas.


Aunque quizá mi parte favorita del apartado es cuando habla del Feminismo de la Tercera Ola, el cual inicia en 1990, y señala subcorrientes donde se incluye la famosa Interseccionalidad, El Ecofeminismo, El Transfeminismo… Actualmente sabemos que el feminismo debe unirse y unificarse en un movimiento que tenga la cualidad de aceptar las diferencias, pues estas enriquecen la diversidad social. El feminismo debe ser interseccional, ecologista, transfeminista, antirracista, anticapacitista… Personas cis, trans e intersex de cualquier género, color de piel, origen cultural, diversidad religiosa, orientación sexual y otras diversidades deben unirse para construir un mundo más aceptable.


¿Qué está sucediendo? Los medios de comunicación, los clásicos y los actuales, están plagados de voces que deshumanizan con gran facilidad y capacidad, así como poder, de “feministas”, “periodistas”, “filosofístas” y otras “istas” que se pueden englobar en FASCISTAS. Personas que se empeñan en decir que es “razonable” hablar de violencias que no viven, de circunstancias que no conocen, de necesidades que jamás tendrán… ¡En fin! ¡Hablan de vidas que no son suyas!


Algunas “feministas” son apoyadas y arropadas por VOX (incluso por lideresas como Olona) que a mí, si me llamase a cada rato feminista de verdad, me avergonzaría y sentiría que algo no hago bien. Otras piden encarecidamente que no se vote a las “izquierdas”y algunas tienen voz en las instituciones gracias a PP y Ciudadanos (recuerden que Ciudadanos admiten la compra de bebés… guiño, guiño). ¿Dónde quedó sus grandilocuentes tweets que nos decían que teníamos que leer a Mary Shelly, Beauvoir, Adrienne Rich u otras? Porque están haciendo todo lo contrario.


Han ido contra nosotras las personas trans, las personas que ejercen la prostitución en cualquiera de sus formas, las racializadas y musulmanas, las bisexuales y lesbianas con parejas trans… Ahora están silenciando, mirando hacia otro lado, cuando a la G se la acusa de la expansión de la Viruela del Mono. ¿Acaso creíais los hombres cis homosexuales que no iría contra vosotros? ¿Acaso habíais negociado el exterminio de las voces disidentes que tantos beneficios os reportaron a cambio de salvaros el culo? Pues lo siento, lo siento. No se salva ni vuestro culo ni vuestra berenjena, os vais todos a la mierda junto al barco de la diversidad que habéis ignorado, señalado o despreciado. Ahora os jodéis. Ya no hay vuelta atrás, ¿o sí? Bueno, el Orgullo está a la vuelta de la esquina… ¿vais a seguir apoyando el discurso TERF o vais a empezar a darnos apoyo en los Derechos Humanos? Vosotros sabréis.

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