Ocasionalmente, por no decir que es
algo continuado y prolongado en el tiempo, tengo algún que otro
enfrentamiento en redes sociales. Creo que todo comenzó desde que me
hice mi primera cuenta online en Hotmail. Desde que tengo correo
electrónico y un perfil en una red social, desde foros pasando por
Blogger u otros medios como Facebook o Twitter, me estoy topando con
personas que son contrarias a mis ideas. No me importa dialogar y dar
argumentos a tus “batallitas” de personas cisgéneros que
“intentan” dilapidar mi camino y poner trabas a mi libertad tanto
de emanciparme de su discurso como de desvincularme de cualquier
otro, pues como persona individual, con una serie de años y
vivencias a mis espaldas, tengo mi propio discurso debido a mis
propias experiencias que pueden ser similares, pero jamás iguales, a
mis compañeros. Es posible que me aplasten los mismos problemas,
pero los encajo de forma distinta y es porque he logrado tener
información veraz y de primera mano, luchado incansablemente por ir
más allá y ya tengo más de tres décadas.
En los primeros años me decían que no
era “abanderado de nada” como para poder dar información o
ayudar a otros sin pedirles favores a cambio, ya fuesen de forma
económica o simplemente para que me devolvieran “el cable”, pues
para ellos eso era querer tener cierta repercusión mediática y
llenar mi ego con orgullo vacío y medallas baratas. Disculpen, pero
lo sigo haciendo. Hago ese tipo de cosas porque he pasado por
calamidades, por transfobia inducida por la sociedad tanto cisgénero
como trans, y también por desconocimiento legal y administrativo. No
quiero que los más jóvenes pasen por lo mismo que yo he vivido,
tampoco deseo que los que han estado antes sigan sufriendo y quede su
dolor en el olvido. Mi único beneficio es aunar fuerzas y seguir
luchando, conocer historias que enriquezcan mis conocimientos y
también me permitan, de algún modo, agradecer el lugar en el que me
encuentro.
Durante algún tiempo me alejé de
redes sociales porque mi abuela enfermó gravemente y tuve que
hacerme cargo de ella, mis estudios, los quehaceres de la vivienda a
partes iguales con mi madre, mis problemas psicológicos debido a los
continuos años de acoso escolar y social, la depresión que vivía
debido a que vivo en una sociedad de mierda donde me dificultaba el
acceso a hormonación que yo sí deseaba -y que al fin he alcanzado y
aún le doy uso- así como otros problemas que iban sepultándome en
un mar de granitos de arena que eran toneladas de piedras para mí.
Cuando he regresado, hace
aproximadamente dos años, me he encontrado que esas personas que me
increpaban cada vez son más y aún algunas de ellas siguen
haciéndolo. Se ve que disponen de mucho tiempo libre y nadie en su
casa los soporta, pues necesitan tener contacto en una red social
para darse a notar insultando a otros o intentando dilapidar el
trabajo de otrxs. Realmente no los odio, sino que siento una lástima
tremenda hacia las personas que no saben vivir su vida y hacer algo
productivo. En mi día a día hago yoga, pilates, nado, salgo a
realizar senderismo, hago quehaceres de mi vivienda, acompaño a
ancianos de vez en cuando, converso con amigos, colaboro en actos
benéficos, estudio inglés, busco cursos para desempleados -pues
ahora estoy como muchos sin un empleo- y me sigo formando en todos
los aspectos así como hago activismo tanto trans como para
colaborar con protectoras caninas. Vamos, lo que se dice ocupar todas
las horas del día. ¡Y las que tengo libres escribo mi blog, hago
relatos para concursos, inicio novelas e incluso hago rol literario
en el foro de una buena amiga! Con todo lo que tengo que hacer no
tengo tiempo para fijarme en la vida de los demás, así que propongo
alguna de esas actividades a estas personas tan tóxicas.
Gilipollas hay en todas las casas.
Digamos que también he conocido gente estúpida dentro del activismo
LGTBIQ+. Si bien, vamos a centrarnos en los cisgéneros tanto dentro
de los heterosexuales como fuera de este hermoso círculo. Pido
perdón de forma anticipada para todo aquel que se ofenda con
“gilipollas” porque sienta que es una palabra soez, pero creo que
hay otras más fuertes en la RAE y evitaré ponerlas para que el
texto siga siendo apto incluso para menores de edad. Y no, no hablo
de menores físicos de edad. Yo hablo de menores de edad mentales,
pues algunos son sumamente infantiles porque sus insultos son
similares a los que puede hacer mi sobrino de siete añazos.
He escuchado muchas veces por parte de
estas personas que hacen cisplaning la típica palabra: CISFOBIA.
Cisfobia 100%, homofobia 100%, y todas las fobias que quieras, tienes un gran problema @Angelestat666. Y no eres un buen ejemplo para el colectivo, del cual te quieres empoderar. Todo vuelve en esta vida....— David (@David80912590) 14 de enero de 2018
La cisfobia es una estupidez, un término inventado para ocultar sus actos transfóbicos y justificarlos, y algo tan pueril y vacío como decir que existe el machismo inverso, el blanquismo o incluso ataques violentos de transexuales hacia personas cis. No es la primera vez que escucho que tengo "cisfobia", pero es algo imposible que posea porque mi madre es cis, toda mi familia es
cis y la mayoría además son heterosexuales. Lamento mucho que este
argumento ya caiga sólo con esta primera frase. Admiro muchísimo a
mi madre y ella ha sido la inspiración para varios de mis personajes
femeninos, e incluso gané un concurso en Japón, para una revista
japonesa, hablando de quién era mi heroína. Mi mayor heroína era
mi madre que se levantaba a las 5 de la mañana para limpiar
escaleras y darme una educación digna, pues ella no quería que
fuese esclavo de nadie y pudiese llegar a ser alguien más en esta
vida con mis estudios. Ella que tuvo que luchar contra vejaciones y
calumnias de parte de mi padre, problemas de enfermedad degenerativa
y está aún hoy en día luchando por tener una jubilación justa...
Ella y no otra persona es mi mayor símbolo de empoderamiento y de
lucha de clase obrera. Así que dígame usted que soy cisfóbico
cuando una persona cis es mi mayor exponente. Aclaro que la mayoría
de las personas con las que me relaciono a diario son cis. Estoy en
una sociedad donde las personas trans no siempre van con un cartel en
la frente diciendo “Soy trans” y no llevan la camiseta del
Orgullo Trans en pleno invierno, a cuatro grados bajo cero, por la
calle. No. La mayoría de personas que se acercan a mí son
cisgéneros y un amplio sector de estos son heterosexuales. Así que
si tuviese fobia a los cisgéneros no saldría de casa, y si saliese
saldría en plan manada HSM a partirles las piernas porque los odio.
Las personas transexuales no tenemos
cisfobia. Nosotros nos llevamos bien con los cisgéneros a salvedad
que estos usurpen nuestras voces e intenten hablar por nosotros. Para
hablar de nuestros problemas están las asociaciones transexuales con
personas trans a la cabeza, en la directiva y en el trato directo,
así como personas trans en redes sociales e incluso personas
no-binarias dentro del colectivo trans que se dedican a hablar sobre
si son agéneros, bigénero, etc... Ellos, ellas y elles son las
personas que tienen el poder para hablar de problemas legales,
culturales, etc... No tú. Tú puedes recoger el mensaje y
compartirlo, pero siempre citando a esa persona o invitándola a
hablar. Tú si no eres trans no vas a hablar por una persona trans,
del mismo modo que un hombre cisgénero, sea gay o no, no puede
hablar de lo mal que se pasa cuando tu marido te pega una paliza y te
hace abortar porque no eres una mujer maltratada que ha perdido un
bebé. Tampoco puedes hablar de ciertos temas machistas que sólo
aviolentan a mujeres, sean cis o trans, porque no eres mujer. Del
mismo modo que ninguna mujer cisgénero puede negar que yo pueda
hablar sobre la menstruación, pues la he vivido, pero a ti, hombre
cisgénero, te va a callar la boca porque tú jamás sabrás lo que
duele un dolor de ovarios. Igual que yo jamás sabré cómo duele una
patada en los testículos y jamás hablaré de lo incómodo que es
una erección matutina, ¿cierto? No lo hago y no lo haré, ¿entonces
por qué tienes que venir tú, o cualquier hombre cisgénero, a
decirme a mí como es la transexualidad? Del mismo modo que se lo
diré a una mujer cisgénero aunque estas son TERF y suelen atacar
más a las mujeres trans que a los hombres trans, pues son
transmisóginas y heteropatriarcales aunque digan lo contrario.
Tu argumento queda invalidado, querida
persona cis. Ahora mismo sólo te queda hacer algo de lo numerado
arriba para ocupar ese exceso de tiempo libre y dejar de intentar
humillar, manipular y justificar tu transfobia.
¡Y por último! Soy hombre transexual y homosexual, por ende soy GAY. Tan gay soy que he salido con hombres cisgéneros y trans en numerosas relaciones, las cuales a veces han terminado debido a que el amor se rompe "de tanto usarlo". El último argumento de este hermoso tweet queda invalidado desde el minuto 0, así que no es necesario nada más.
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