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Estirando la Transfobia

 





Desde hace algunos días se ha agitado aún más el avispero en Twitter, Telegram, Instagram y otras redes sociales de las cuales somos asiduas personas del rango de edad de entre los 15 a los 40. Hablo de personas que consumen mucho contenido online y se ha vuelto “adicta” a los podcast como forma de obtener información, entretenimiento y algo de cultura. Hemos iniciado una socialización a través de las redes sociales increíble en los últimos diez años, algo que estaba pronosticado pero parecía impensable cuando yo tenía 20 años. Esta socialización ha revertido en un deseo, casi continuo, de hallar espacios donde no se ejerzan violencia hacia nuestra persona y nuestros círculos. Los espacios feministas y lgtbifriendly ha provocado que mucha gente se decante por estos antes que por la televisión donde el espacio puede ser bastante cruel y violento. Pues bien hemos visto como se ha provocado un terremoto con una escala superior a la ocurrida en el Golfo de Cádiz hace casi 24 horas.


Voy a hacer una pequeña introducción para quienes aún, por el motivo que sea, todavía no sabe cómo posicionarse porque no conoce toda la verdad o toda la violencia que hay tras lo ocurrido. Antecedentes:


Patricia Sornosa es una persona que se ha dedicado a realizar chistes lgtbifóbicos en diversos medios, se siente empoderada cada vez que le dan un micrófono aunque no sea para difundir su odio. Ella con ser visible ya gana. Gana en fama. Es como si se diese voz o difusión a Dalas Review (popular streamer que ha generado muchísima violencia en redes sociales y en diversas plataformas) porque nos viene a contar que ha adoptado un perro. No viene a contarnos que la Violencia de Género no existe, sino que ha hecho una labor altruista. Por supuesto, si esto se hiciera en un espacio “seguro” para mujeres víctimas de violencia de género y personas abiertamente feminista el programa sería cancelado. Igualmente si invitaran a alguien de Frente Obrero que ha ejercido una campaña lgtibifóbica a nivel nacional, pero viene uno de sus líderes a hablar de la precariedad del alquiler. Por supuesto, mucha gente del colectivo se echaría encima del programa. No es lo que “vienes a contar” es lo que sueles mostrar, lo que sueles publicar reiteradamente, y lo que te gusta vender. Pues Patricia Sornosa ha sido invitada a un podcast que se vende como feminista, abiertamente lgtbifriendly y transinclusivo. Una persona que ha hecho comentarios, no ya desafortunados, sino que muy despreciables y altamente violentos hacia la comunidad trans y que se enorgullece de ser llamada TERF.


Aclarando algo:

Nadie invita a su programa a personas que desconocen su labor divulgadora, su posición política, etc. Toda persona que realiza cierto contenido, ya sea online o en las viejas plataformas, se interesa por cuidar detalladamente el contenido de su programa y realizar un guión básico para poder gestionar las entrevistas, debates, etc.


No tendría sentido invitar a una persona cualquiera sin saber siquiera qué hace, qué mensaje da de cara a la sociedad, etc. sobre todo en un espacio feminista, transinclusivo y que dice apoyar abiertamente a todo el colectivo LGTBIQA+. Yo no soy asiduo a su programa, sólo he oído parte de uno de sus podcast porque no tengo tiempo y tampoco me llamó demasiado la atención. Prefiero podcast que se basen en literatura, información sobre nuevos hallazgos arqueológicos y cosas así. Cada persona con sus gustos, ¿verdad? Si bien, al parecer ya no es sólo que este espacio se vende como que es “inclusivo” sino que tiene la manía de invitar a gente racializada, pero a la vez hace comentarios tan execrables como “Me huele la sobaca a mora” Link.


Si invitas personas con discursos violentos o realizas comentarios en una línea más que violenta o abusiva hacia la diversidad (personas racializadas, provenientes de otras culturas, discapacitadas, comunidad trans,…) no puede sorprenderte que te “cancelen”. Y aquí la frase manida de: Ya está la cultura de la cancelación…


El programa del cual estoy hablando todo el mundo ya lo conoce: Estirando el Chicle. En su podcast anterior al de “la indignación generalizada” o “lloros cuirs” como lo han llamado gustosamente muchas TERF, ya venían diciendo que ellas no cancelaban a nadie y que eso de la cultura de la cancelación era malo. Así mismo dijeron anteriormente que iban a invitar a “amigas” a su programa.


1. Hablan de lo mala que es la cultura de la cancelación.

2. Hablan de invitar a amigas e invitas a una reconocida TERF.


¿Me estás diciendo que no sabían lo que iba a pasar? ¿Me estás diciendo que son tan poco capaces para comprender la repercusión? ¿Me aseguras que son unas pobres víctimas de las circunstancias? ¿Nos ves cara de gilipollas, usted? Yo respondo.


Está claro que sabían que iba a pasar, así como decir que son unas pobres ilusas es capacitista. Son lo suficientemente capaces de saber cuál es el discurso que tienen, la repercusión (validando discursos de odio y dando notoriedad a Patricia Sornosa), y por lo cual no son víctimas.


Por cierto, no somos gilipollas. Tampoco vamos a permitir que se envíe a uno de los novios de estas “supuestas” cómicas y divulgadoras como matón de discoteca. Ellas han atacado en privado a personas trans diciéndole mierda y media (están las capturas aquí 1 ,2  ) y él ha tenido los huevos gordos de decir que eso es “privado” y “denunciable”. Cuando las denuncias han salido a la luz hay gente que ha apoyado porque “eso es delito”. No es delito cuando la persona que está en las comunicaciones, al menos una de ellas, da el ok de mostrar dichas comunicaciones. Lo que sí es delito es amenazar y coaccionar. Quizás algunas de estas personas se están pensando denunciar en alguna comisaría y si lo hace, que espero que lo hagan, ahí tendrán mi apoyo.


En las últimas horas muchas seguidoras han intentado blanquear la transfobia, pero luego nos dicen que “tenemos que tener cuidado con cancelar a todo el mundo y decir que no entendemos la transfobia, pues cuando os ataquen las terf ¿qué vais a hacer?” Pues lo de siempre, señoras, vamos a atacar con uñas y dientes porque desde hace unos años las personas trans ya no tenemos miedo, estamos informadas y decididas a la lucha. No vamos a permitir vivir en un segundo e incluso tercer plano, sin derechos y sin visibilidad. Lo siento mucho. Se acabó el cortijo, ahora el señorito no manda y manda el pueblo que está exigiendo Pan, Libertad y Tierras (y eso es, por supuesto, Ley Trans y todo lo que traería consigo ese avance).


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