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LEY TRANS, NO LEY LGTBIQA+

 


Muchas personas me han preguntado que porqué las personas trans, más bien, los colectivos trans no nos encontramos con cierto alivio y satisfacción ante la noticia de integrar parte de la Ley Trans en la Ley LGTBIQA+. Iba a responder por redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram con algunas imágenes impactantes, pero creo que necesito extenderme. Necesito explicar los motivos para aquellas personas, que desde sus privilegios, no comprenden que la T no es una sigla más.

 

No quiero que se ofenda nadie, por favor, pero la T es una identidad, igual que la I, y por lo tanto requiere una ley específica. ¿Acaso no se legisla específicamente sobre ámbitos tan delicados como es la violencia machista hacia la mujer o la violencia hacia las personas menores? ¿No hay leyes clave para las personas con discapacidad? Las hay, por lo tanto, ¿por qué hay que banalizar las necesidades del colectivo trans incluyéndola en siglas que tienen más que ver con orientación sexual que con una identidad?

 

Las necesidades de las personas trans son muy amplias, pero puedo indicar dos fundamentales:

Migrantes

Salud

 

Las personas migrantes tienen muchos más problemas que las personas no migrantes, las españolas o nacionalizadas españolas. El motivo es que requieren más trámites burocráticos o simplemente no pueden acceder a estos, pues sus gobiernos se oponen. Hacer una Ley Trans Estatal específica para el colectivo podría protegerlas con una burocracia más laxa, más fácil y segura. Por lo tanto, no sufrirían tanto la doble discriminación de ser trans y ser migrante. Tanto que habla Gabilondo de no dejar a la población migrante huérfana de derechos, de medidas, ¿por qué dejar a las migrantes trans sin ellas?

 

Salud, la salud es importante. ¿No es lo que siempre decimos cuando brindamos con quienes amamos? ¿No es lo que siempre se dice cuando no toca la lotería? ¡Salud! Pues las personas trans no tenemos derechos al acceso a la salud… ¿Cómo? ¡Pero si os dan hormonas gratis y cirugías, pero a mi niño le tengo que pagar la ortodoncia y las gafas! ¡Espera, Mari Carmen! ¡Espera!

 

Las personas trans que podemos gestar, deseemos o no, cuando cambiamos nuestra documentación en el Registro Civil, por lo tanto en el resto de documentos, empezamos a estar escasas de derecho a un ginecólogo. No sólo a poder tener descendencia, sino también al acceso a salud para evitar cualquier problema que podamos tener por genética, medicamentos, etc… Igual que las mujeres cis, igual. Lo mismo con las chicas trans… tienen problemas en el acceso a ciertas revisiones y especialistas.

 

Esto no ocurre con el resto de letras del colectivo, ¿cierto? Pero añado que la violencia de las TERF en redes sociales sólo va contra las personas trans. También está la exclusión laboral. Sufrimos una pandemia de trabajo (antes y después de la pandemia) aunque tengamos cualificación o incluso sobrecualificación.

 

Habrá siglas en el movimiento que dirá: ¡A mí también me insultan! ¡A mí también me han provocado problemas en el trabajo!

Sí, Carlos, no lo dudo. Si bien, Carlitos, te diré que hay una diferencia entre tú y yo… A mí se me nota. Sí, se me nota. No es porque tenga pluma o no (lo cual nunca me he planteado si tengo o no tengo pluma, la verdad), sino porque hay ciertos estudios que aún aparecen con otro nombre o simplemente ven mi bandera trans (la cual luzco orgulloso en redes sociales) y los insultos (e incluso bulos sobre mi persona) proliferan.

 

Por otro lado, hay que recuperar la memoria de las personas trans que vivieron y padecieron el franquismo; así como hay que cuidar de las infancias trans para que sean libres y auténticamente felices.

 

Las leyes LGTBIQA+ las conocemos bien los colectivos trans. Conocemos como en 2007 Zapatero nos metió una ley registral como “Ley Trans” que nos obligaba a hormonarnos y patologizarnos.

 

Las enfermedades mentales son cosa seria. Unas tienen necesidad de fármacos, otras de terapias tan sólo… Todas tienen sus características. Todas las personas (cis, trans e intersex) pueden tener enfermedades mentales o no. Igual que podemos tener discapacidad o empezar a tenerla por edad, genética o porque tengamos un accidente. Son cosas de ley de vida a veces… Si bien, ser trans no es una enfermedad mental y no tengo porque pasarme años yendo a una persona especializada que haga prácticamente “terapia de conversión” para que sea el Kent más guapo del barrio.

 

Esa ley la ha declarado inconstitucional el Tribunal Supremo. ¡Inconstitucional!

 

Necesitamos una ley que englobe todos los Derechos Humanos que no disfrutamos. Una ley garantista. Una ley seria. Una ley que incorpore toda la diversidad que hay dentro de la T. Si no es así, si no es igual que la que han peleado decenas de activistas trans y que incluso lo han hecho jugándose la vida, no la queremos.

 

Además, querido sistema político (PODEMOS y PSOE) os recordamos que Triángulo no es una asociación TRANS. Que las asociaciones TRANS están en la PLATAFORMA TRANS y con la plataforma, que sepamos, no habéis contactado.

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