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Falsas acusaciones... otro día más en Terfilandia

 

Una mentira mil veces dicha nunca va a ser una verdad, por mucho que muchas TERFs sigan directrices de Göbbels. No, no van a convertir sus mentiras en verdad, pues la realidad es evidente. Por más que hayan comenzado su “noche de los cristales rotos” desde hace varios meses atacando monumentos conmemorativos de la Lucha Trans, activistas trans o personas trans asesinadas como fue Cristina Ortiz. Ni siquiera vamos a dar un paso atrás después de ver las durísimas pintadas en COGAM hace unas semanas. Tampoco vamos a mirar a un lado cuando destrozan bancos con la bandera trans llamándonos enfermos, misóginos o monstruos. Las amenazas de muerte, las coacciones y la falta de escrúpulos no nos achantan. Ni siquiera cuando es apoyado y envalentonado desde cargos ministeriales.

 

Haré un breve resumen del acoso sistemático que hemos estado viviendo algunas personas en redes sociales, el cual se ha trasladado a nuestra vida cotidiana y, por supuesto, la profesional. @alermun (así es su cuenta en Twitter) es un profesor que da clases en una universidad sevillana. Ha sido señalado por Lucía Etxebarría, entre otras TERF muy activas en redes sociales, publicando datos personales y alentando a que se le expulsara de las aulas. ¿Su delito? Su orientación sexual diversa a la heteronormativa y su apoyo a las personas trans en su lucha por los derechos que se nos están negando.

 

@__erosgarcia es una doctorada en filosofía y género, traductora, feminista y activista de los derechos trans. Ha publicado en numerosos medios sus artículos, pero también es asidua a redes sociales donde deja constatar su lucha diaria por los derechos de todas las personas trans (binarias o no binarias), así como las diversas orientaciones sexuales y relaciones sexo-afectivas. Una mujer joven, pero al ser trans está siendo acribillada continuamente. Incluso se ha publicado material privado, como fotos íntimas, por parte, otra vez, de Lucía Extebarría y otras TERFs.

 

@GemMuay es musicóloga, pero muchas personas reconocen su labor como cazadora de plagios y activista por los derechos trans. No es trans, pero es pareja de una persona trans muy destacada en medios audiovisuales: Elsa Ruíz. Muchas TERF se creen que son la misma persona, pero ya os puedo decir que no es así. Es una mujer muy activa, con un sentido del humor elevado, y aun así me consta que le han amargado muchísimas veces el desayuno con montajes y mentiras hacia su persona, su pareja o amistades.

 

Hay muchas personas más, por supuesto. ¿Cómo olvidar el acoso y derribo que ha sufrido @enelke dentro y fuera de twitter? Incluso a punto de parir se dedicaron a difundir bulos que podían afectar mucho a su salud. No sólo sobre su persona, también sobre su pareja que también es trans.

 

Hemos visto incluso a chicas cis lesbianas siendo agredidas por apoyarnos, como @analadeltuiter, o chicas que ejercen la prostitución siendo atacas por TERF por apoyar a las personas trans y también por ser putas. ¿La putofobia y la lesbofobia la lleváis bien, amigas?

 

De mí se han dicho muchas cosas. Estoy bastante acostumbrado. La verdad, ya estoy hecho a muchísimas cosas. Sin embargo, me causa estupor lo que me ocurrió hace unos días… Os cuento…

 

De la nada apareció una cuenta recién creada, de hacía unos días, yendo a tweets míos antiguos y atacándolos con comentarios racistas, machistas, clasistas, transfobos… Sólo interactué en una ocasión diciéndole que le iba a denunciar hasta el permiso de conducir. Fue muy entrada en la madrugada cuando lo vi. Denuncié la cuenta, todos los tweets, y mientras iba viendo que creaba más y más contenido diciendo que “Me iba a enterar”. Borré mi comentario y, cómo no, días más tarde twitter me avisó que dicha cuenta se eliminó y se borró todo. El ataque duró poco. Creo que sólo una hora aproximadamente y había más tweets hechos RT en su cuenta comentando chorradas que comentarios en mis viejos tweets. Sólo dos, creo recordar. Nada “grave” al menos para mí en ese momento.

 

Ayer entré en mi cuenta y vi que me habían denunciado un tweet donde hablaba del racismo y clasismo que se da en nuestra sociedad. He aquí el tweet en cuestión:

 

 


 

Me molestó, por supuesto, pero decidí que había cosas más importantes en mi vida: nadar, estudiar, hacer mis recados caseros y compartir charla con una amiga por Telegram. No iba a frustrarme porque a Twitter le pareciera que algo antirracista es racista. Aún así hace sentir “muy seguras” a las minorías. Gracias, Twitter.

 

Hoy salgo de natación, rumbo a mi casa para ponerme a estudiar un rato antes del almuerzo, y me avisan varias personas que se está difundiendo este hermoso bulo:

 

 


 

GemMuay me habló por privado (pasándome esta captura donde decía esto la "buena ciudadana feminista") y me dijo que ella podía hacerlo por mí. Yo estaba entre furioso, incrédulo y a punto de tomar una drástica decisión: Denunciar en comisaria. 

 

Link al hilo: Hilo donde todo se desmonta

 

Me estaban acusando de un delito. Delito que no he cometido. Soy además Integrador Social, cara visible del activismo, y eso podía ser una complicación. Si bien, ¿quién iba a creer a esa señora? Obviamente otras como ella.

 

En primer lugar, bloqueé a esta mujer hace al menos cinco meses. Fue en una lista de TERF que me hice. Una lista bastante extensa. Tenía tiempo esa mañana y estuve horas bloqueando cuentas abusivas de “feministas”. Algunas eran dobles y triples cuentas, pues actuaban con bots. Recuerdo su cuenta porque decía “Malafeminista” y no es mala feminista, es mala persona. Se dedicaba, por aquellas semanas, a exponer a personas trans (sobre todo mujeres) y compartir bulos sobre niñes trans.

 

Nunca interactué. No me interesa. No es una cuenta agradable con la que toparme. Alguien que hace ciberacoso no es para darle “alas”.

 

En segundo lugar, no tengo pene. Lamento decirle que todo lo que lleva banderita trans no tiene porque tener pene. Hay personas trans con vulva.

 

En tercer lugar, soy homosexual. Jamás haría algo “sexual” con una mujer y, por supuesto, mucho menos sin su consentimiento o en un mensaje de Twitter.

 

Ella fue quien me denunció, así que supongo que tiene varias cuentas. Eso que está haciendo es coso, es ciberbullying, por lo tanto es denunciable. Por mucho que borrara ese tweet si se me planta del coño la puedo denunciar. Así que desde aquí: Hola, te puedo seguir denunciando porque tenemos capturas. Si voy a comisaria y te denuncio la policía abriría investigación, pediría a Twitter que rescatara tus mierdas de publicaciones. Todas. Además, la cuenta enaltece el odio hacia colectivos en exclusión social. Has estado hasta denunciando cuentas antirracistas. Yo que tú, como consejo porque soy buena persona, dejaría de acosar a la gente porque te vas a ver en un lío judicial como sigas así.


 

 

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