La T siempre presente

 

El movimiento que surgió para lograr Derechos Humanos para las personas LGTBIQ+ puede que tuviera mayor peso a partir de los años 70’s, pero que hemos existido siempre el colectivo (con todas sus siglas) es un hecho innegable. En la antigüedad no existía tanta información, formación y deseos de eliminar desigualdades. Se había impuesto los estereotipos que no sólo te dividían en género, sino también en lo que era moralmente aceptable o no dependiendo de tu estatus social.

Desde hace unos meses se ha empezado a sacar del cajón a muchos Referentes Trans que tuvieron que vivir tiempos mucho más difíciles que los nuestros, pues no tenían información y la vida en sociedad era mucho más asfixiante. ATA-Sylvia Rivera [Asociación que pertenece a Plataforma Trans] ha empezado a difundir caricaturas, hechas por uno de los jóvenes talentos de la asociación y uno de sus representantes de la sección juvenil de dicha asociación, para informar a la población que existíamos, que siempre estuvimos allí.

Uno de sus últimas aportaciones fue la figura de Mar Cambrollé, la cual no sólo es la presidenta de ATA-Sylvia Rivera y Plataforma Trans, sino un referente del activismo por la lucha de los Derechos Humanos. Si bien, no es la única mujer que aparece en el listado. Marsha P. Jhonson también está Margarida Borrás, Manolita Chen o Sylvia Rivera. Por supuesto, hay hombres trans y personajes no binaries: Antonio Erausto y Pérez Galarraga, Public Universal Friend, El Conde Dhona,…

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Lo siguiente que voy a citar proviene de Wikipedia, pero se puede encontrar de dónde sale la información haciendo un pequeño barrido por los diferentes buscadores:

“A mediados del siglo xix los médicos comenzaron a interesarse en los llamados trastornos de la identidad que afectaban principalmente a la identidad sexual: Nikolaus Friedreich (1830), Jean Étienne Dominique Esquirol (1840), Richard von Krafft-Ebing (1892) y Moll (1892).

A principios del siglo xx, Henry Havelock Ellis y Magnus Hirschfeld (1910) identificaron un cuadro clínico al cual denominaron travestismo. Spengler (1914) estudió el tema desde el punto de vista de la medicina jurídica.

El término transexualidad fue acuñado en 1953 por Harry Benjamin, quien propuso un tratamiento con hormonas del sexo con el que se identificaban sus pacientes para aliviar su malestar. En 1973, John Money denominó este cuadro disforia de género.”

Se nos patologiza. El movimiento comenzó a estar en auge y hasta que no empezaron a tener relevancia no hubo modo alguno, por el sistema médico, de intentar “atarnos” a camisas de fuerza y tratamientos poco ortodoxos. Según dicen tenemos auge y respaldo gracias al Lobby Médico. ¡Pues vaya! El lobby médico no nos ha ayudado mucho. Sólo se nos ha tratado como una patología, cuando ser trans no es una patología ni un trastorno. Ser trans simplemente es una forma de vivir tu identidad, disconforme con lo otorgado por el mismo lobby médico que dicen que nos defienden.

Los genitales de una persona pueden ser muy diferente al cromosomático, por mucho que algunas personas “escribidoras” de pacotilla se empeñen en decir que en Estados Unidos se puede elegir el sexo de los bebés cuando están en la probeta. Cari, si no sabes de ciencia, cállate.

La biología ya ampara casos de personas intersexuales cuyos genitales no se diferencian en nada de personas cis, pero cuando van a los órganos reproductores o cromosomas la cosa tiene un giro inesperado. Ni que decir que a las personas intersexuales aún se les somete, sin consentimiento alguno, en los primeros años de vida a operaciones y tratamientos para “corregir” lo que no es un defecto.

“La primera tentativa exitosa que se dio a conocer al público, con repercusiones mundiales, se le practicó en Copenhague en 1952 a un exsoldado del ejército estadounidense, George Jorgensen, joven de origen danés —más tarde conocida como Christine y elegida Woman of the Year en 1954—. El endocrinólogo Christian Hamburger, el psiquiatra George Stürup y los cirujanos Poul Fogh-Andersen y Erling Dahl-Iversen fueron los encargados de la operación.”

De nuevo, hablando de cirugías... ¿pero y en otras culturas? ¿Y en otros tiempos? ¿Y si esas culturas perviven?

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MUXES 

DOS ESPIRITUS

 

Antes de proceder a colocar capturas de una cuenta pública que difunde odio… voy a explicar porque hasta los años 70’s en España no hay estadísticas de personas trans. Va ser un discurso corto:

SE NOS FUSILABA O ENCARCELABA. MUCHAS PERSONAS TRANS MORÍAMOS EN CÁRCELES DESPUÉS DE SER VIOLADAS REPETIDAMENTE POR LOS FUNCIONARIOS. OTRAS SE NOS SOMETÍA A LOBOTOMÍAS Y SE NOS DEJABA MORIR DE INANICIÓN EN LOS ANITGUOS “MANICOMIOS”. Y, POR SUPUESTO, HABÍA PERSONAS QUE NI SIQUIERA LLEGABAN A ESOS LUGARES PORQUE DE LA PALIZA QUE TE DABAN TE MORÍAS O SIMPLEMENTE UN TIRO EN LA NUCA, IGUAL QUE PASÓ CON LOS HOMOSEXUALES QUE TUVIERON AGALLAS COMO LORCA. GENTE DECENTE, GENTE QUE QUERÍA SER LIBRE. GENTE QUE AHORA MISMO ESTÁS HUMILLANDO CON TUS MALDITOS TWEETS. PONGO ESTO EN MAYÚSCULAS PARA QUE LO LEAS, PARA QUE ENTIENDAS, PARA QUE COMPRENDAS… PORQUE PARECE QUE NO VAS A ENTENDERLO JAMÁS…

Los movimientos LGTBIQ+ empezaron después de la época del dictador echando agallas, pues aún había leyes donde nos condenaban. Los primeros despenalizados fueron los homosexuales, después los médicos que sometían a las personas trans (las que querían) a intervenciones médicas y hasta el 2007 nadie del colectivo se pudo casar (salvo bisexuales que encontraran su amor en parejas del sexo/género opuesto) y, por supuesto, adoptar. Bueno, lo de adoptar a las personas trans no nos hace mucha falta si no nos han castrado previamente… Que ese es otro melón que no voy a abrir ahora.

Lo que tú haces es desinformación y por eso te voy a exponer públicamente. No, mi ciela, tú no eres una víctima de este maldito degenerado. No, mi amor, yo no te odio. No te tengo tampoco envidia, pues ojalá no me parezca en ti ni en el modo que nos limpiamos el culo. De verdad, que no. No te tengo resentimiento. Sólo no quiero que tú manipules a tu gusto, con tus intereses, una verdad universal. Existimos desde la época de las cavernas, pero era algo que no se sabía explicar ni definir. Igual que muchas personas, desde antiguo, lucharon contra la religión para hablar de ciencia o de hechos históricos que se oponían a sus relatos fantásticos. Cariño, tú eres la inquisición y deja de intentar quemar a nuestros mártires, nuestros documentos, nuestra verdad… ¡Deja de usar tu maldito privilegio, sinvergüenza!