Terrible esta tendencia creciente a cargar el peso de la política en niños. Dejad de subirlos a pedestales para que lean en voz alta, los graben y fotografíen y sus imágenes se hagan virales. Ningún niño debería tener que enfrentarse a esta exposición y vulnerabilidad. https://t.co/kb2ngpfh9E
— Colectivo Amazonas (@femamazonas) 2 de diciembre de 2019
Adultismo, la mayor violencia hacia la infancia, suele ser
criminalizada en pocas ocasiones, pero incluso se ve coherente y bien vista,
incluso necesaria, cuando se trata de menores trans. Al parecer las personas
trans tenemos que ser guiadas siempre por las personas cisgénero, como si no
tuviéramos autonomía propia. De ese modo se ejerce una violencia silenciosa,
dolorosa y extremadamente perjudicial en el autoconcepto que poseemos ya que se
nos invalidan como personas.
Posiblemente habrá alguna persona que me esté leyendo que
desconoce este término. Sin embargo, desde hace unos años se puso sobre la mesa
y se demostró que invalida muchas de las frases que hemos escuchado a lo largo
de nuestra vida.
Según «La
brújula.com» define el adultismo de la siguiente forma:
El Adultismo es la discriminación y dominación sistemática
de la niñez y la juventud.
¿Pero cómo se discrimina y se domina por sistema? Muy fácil.
Posiblemente la siguiente batería de expresiones, seas cis o trans, te sonarán:
—Qué vas a saber… sólo eres un niño/una niña.
—Porque yo lo digo. Yo sé más que tú. Soy adulto, así que
respétame.
—No y punto en boca. Sólo tienes «X años»… ¡No sabes nada de
la vida!
—¡Son niños/niñas! ¡Estáis manipulando su mente! ¡No
deberían tener conocimientos sobre sexualidad/feminismo/diferentes formas de
expresión afectiva/diferentes tipos de familia/…!
—¡Yo soy adulto, tú una niña/un niño! ¡No digas estupideces!
—No puedes aprender a cocinar porque eres un niño/una niña.
[Sorpresa… deben aprender desde temprana edad a valerse sin necesidad de personas
adultas, aunque siempre vigilando y ofreciéndoles cierta guía. Aclaro que hay
que ir incorporando tareas a medida que crecen y tener cuidado con los fuegos,
etc… Pero como esto, muchas otras cosas]
—Yo soy el padre, yo mando. [Esta me encanta porque
visualiza de donde viene esta presión, de donde la aprendimos… del patriarcado
más rancio y que representa a voz en grito VOX]
Si nos centramos en las personas trans comenzamos a escuchar
frases similares desde que comenzamos a verbalizarlo. Es cierto que cada vez la
información llega antes a sectores más jóvenes, por lo tanto cada vez serán más
jóvenes quienes visibilicen su transexualidad y aporten nuevas experiencias a la
comunidad. No obstante, esto se sigue haciendo en las UIG, que antes se llamaban
UTIG, cuando una persona cis (ya que aún no hemos escuchado de una persona
trans llevando una UTIG) “especialista” formada en psicología o psiquiatría da
el visto bueno a una persona trans sobre su relato acerca de su saber, que no
sentir.
Sí, saber. Te sabes mujer u hombre (en las personas sin un
género definido también, aunque su proceso es más complejo), porque lo sientes
y lo tienes asumido. A veces no se puede explicar con palabras, pues son
emociones tan complejas que son difíciles de transmitir. Incluso la forma de
saberlo es diferente, pues no hay ni una persona trans idéntica. Aunque la opresión
que vivimos puede ser similar, nuestro entorno y nosotras puede ejercer un
cambio en el discurso, incluso no aceptar que otras personas impongan su “verdad”
acerca de quienes somos o hacia donde vamos. Por lo tanto definirlo es
imposible, del mismo modo que lo es para una persona cis si le pides que siga las
consigas: sin aludir a genitales, ni órganos reproductores y tampoco características
físicas.
Llamar «cis» o «cisgénero» a alguien no es un insulto, es
una etiqueta que únicamente dice que estás de acuerdo al sexo y/o género que te
impusieron al nacer. Nada más. No te está descalificando, así que quien se haya
empezado a ofender por ello tienen dos problemas: 1. Enfadarse. 2. Quitarse ese
enfado. Las personas trans utilizamos ese término para invalidad los
privilegios de las personas cis al creerse más válidas ,superiores o biológicas
frente a nosotras.
Así que desde esos privilegios cis y adultos, desde esa
poltrona de emperadores romanos, muchas personas se sientan a ver el «Circo
Romano» donde se nos echa a las fieras que son sus comentarios patologizantes,
biologicistas, genitalocentristas, burlas llenas de odio y autotransfobia
oculta para no sentirse señaladas por la gran masa… he tenido que presenciar
estos días un discurso lleno de odio hacia una menor trans de tan sólo 8 años.
Del mismo modo que
Greta Thunberg se la ha ninguneado sistemáticamente por las personas
adultas, muchas de ellas acusándola de puro marketing, y que inclusive se han
arriesgado a burlarse de su escasa expresividad facial (siendo una niña con
autismo y lo que conlleva serlo: escasa expresividad facial, problemas de
equilibrio, discriminación, etc… Su autismo es de alto nivel, por lo tanto es
una niña con un cociente intelectual elevado, pero con las necesidades anteriormente
mencionadas) o achacando que al ser una niña no debería meterse en temas de
adultos. Justo en este punto muchas personas se han lanzado a defenderla porque
existen Derechos de la Infancia y uno de ellos aclara que tienen derecho a
expresarse y a ser escuchados/as. Incluso colectivos feministas han visto que si
Greta fuese un niño tendría más apoyo por parte de muchos hombres, pues se
sentirían reflejados e incluso orgullosos. Ya sabemos lo que pasa a las mujeres
en política, la ciencia, etc… Feministas que en ocasiones sueltan después
comentarios ofensivos hacia niñas trans olvidándose de esos derechos tan
básicos.
Elsa tiene 8 años y expresa con claridad su situación. Elsa
tiene derecho a participar en algo que le afecta y que son las políticas hacia
las personas trans, tiene derecho a ser escuchada, tiene derecho a expresar lo
que ocurre y, sobre todo, tiene derecho a una identidad y un nombre… porque hay
un derecho clave en todo este asunto: ELSA TIENE DERECHO A UNA VIDA. Una vida
que estáis pisoteando con vuestro cyberbullyng, que estáis destruyendo
arruinando quizá su autoconcepto o el de otras niñas (o niños) que se han
sentido reflejadas en ella. Elsa no merece suicidarse como le ha ocurrido a otras
personas trans (menores o no), sino a ser amada, respetada, escuchada y
aceptada tal como es. Elsa tiene derecho a algo muy básico y es a ser feliz.
Hay que estar muy ciega para no ver que tu movimiento
feminista, el cual pide que los hombres no les digan a una mujer como sentirse/vestirse/opinar/etc,
haga este tipo de comentarios y apelaciones. Hay que estar muy ciega para quitarle
derechos a una niña y actuar igual que VOX, el cual decís que es vuestro peor
enemigo. Hay que estar muy envenenada por el patriarcado para seguir sus normas
de adultismo. Hay que ser muy machista para llamarse TERF y encima sentirse
orgullosa por ello. No sois revolucionarias, no sois la nueva ola, pues oléis a
naftalina, a poca empatía, a poca o nula asertividad, a derecha rancia… Oléis
al verde vómito de VOX. Vosotras no sois feministas… por mucho que os
denominéis «Colectivo Amazonas» sino que sois machistas. Se os truncó el
discurso sobre la educación como hombre y con todos sus privilegios, pues habéis
empezado a utilizar una biología que hace aguas porque está desfasada y biólogos
de todo el mundo ya os están desmontando el discurso. ¿Qué vais a usar en su
contra? ¿Qué cosa os queda? A las próximas generaciones trans ni siquiera les
vais a poder decir que seguimos cisnormas en cuanto a la vestimenta, pues bien
que exigís que no se os imponga como debéis vestir vosotras y muchas niñas
trans visten a lo “tomboy” y muchos niños trans no se han negado a usar el
maquillaje o ponerse faldas porque la ropa es ropa, no tiene género y vosotras
estáis acabadas.
ESTO ES TRANSFBIA, ESTO SON CISNORMAS, ESTO ES BIOLOGISMO
BARATO Y ESTO ES ADULTISMO… SOIS VOX CAMUFLADAS DE COLECTIVO FEMINISTA Y
VUESTRO CHIRINGUITO SE HA EXTINGUIDO.
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