"Nuestros derechos no son una estrategia"
Las huelgas de hambre son un instrumento legítimo de gran utilidad para la reivindicación de demandas y superación de situaciones que niegan derechos o se menoscaban.
Ha sido la herramienta que tuvo una resolución determinante en 2007 para que el Gobierno de Rodríguez Zapatero, pasara de la promesa a la acción y desempolvara la Ley para la rectificación registral del nombre y sexo de las personas trans.
En 2013, para que el Gobierno Andaluz del PSOE, diera fecha para el registro de la Ley Trans de Andalucía y para presionar a un gobierno que se negaba a despatologizar la atención sanitaria y asumir a los menores trans como sujetos de derechos en los ámbitos educativos y sanitarios.
En octubre de 2018, para presionar a Unidos Podemos a que dieran una fecha para llevar al pleno del Congreso la Ley Trans Estatal registrada el 23 de febrero de 2018 y que aún sigue durmiendo en un cajón.
Cuando no existe un motivo concreto, el uso de la huelga de hambre, devalúa el poder real y efectivo, convirtiendo esta herramienta en una instrumentalización política de quienes con alevosía demuestran un desprecio hacia las personas trans. Dando pábulo al "miedo" como chantaje político y haciendo una bochornosa exhibición de la pataleta a través de la manipulación de un movimiento social al que han desarticulado y que no tienen.
Basta de utilizar a las personas trans como arma arrojadiza y como instrumento del partido del régimen de los 36 años que ha dejado nuestra tierra en la POBREZA, en el DESENCANTO y en la ANIQUILACIÓN de cualquier disidencia.
Mar Cambrollé.
Por mi parte me solidarizo con aquellas personas que decidirán en pocas semanas comenzar la huelga de hambre. Pero también quiero poner el punto de reflexión, sobre todo porque pronto llegan fechas muy importantes para el colectivo trans. Fechas que visualizan y reivindican quienes somos, así como pone en marcha el calendario de actividades previas a las movilizaciones del Orgullo y el Orgullo Trans en Sevilla (el cual se inició porque el Orgullo convencional dejó de ser de todas las personas -cis o trans- dentro de la diversidad humana para centrarse únicamente en el colectivo gay cis). El motivo es que muchas personas festejan que "nuestros derechos" están cubiertos, pero es falso. Lo estará para los cisgéneros, pero no para las personas trans. Las personas trans no tenemos ese privilegio que el resto de la población tiene.
Aún no hemos alcanzado esa victoria legítima y necesaria. Nos vemos desamparados, colocados en el bucle de la exclusión social y el sentimiento de "culpa" por haber manifestado quienes somos. Es cierto que muchas personas trans se niegan a aceptar a viva voz lo que son porque tienen miedo a palizas, rechazo familiar, rechazo en las instituciones, rechazo en el trabajo, etc... del mismo modo que muchas personas trans sienten que ya son "demasiado viejas" para mostrarse. Desde aquí les tiendo la mano y se las alzo para que luchen. Estamos más cerca de la igualdad real, de la equidad, de la dignidad... hay que unirse. Escuchen, lean y apoyen a las personas trans activistas que van a arriesgar sus vidas y que siempre han sido combativas. Hay que luchar sin descanso. Hay que avanzar en derechos. Hay que mostrar unión. Hay que aferrarse más que nunca a nuestra bandera azul, rosa y blanca.
Amigas mías, juntas podemos comernos el mundo. Somos personas, tenemos derechos y debemos demostrar que los queremos ahora y no dentro de otros 40 o 50 años.
Únete a la Plataforma Trans en las diferentes redes sociales, usa los HT: #FuriaTrans #PoderTrans #LeyTransEstatal #HuelgaDeHambreTrans y súmate como militante de una guerra abierta contra un Cistema poderosamente opresor.
Ángel González
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