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20 N: Día de la Memoria Trans




La imagen es de Sevilla en la concentración en memoria de las mujeres Trans.



Mientras unas hacen vítores a Francisco Franco otras nos dedicamos a recordar a aquellas que ya no están y fueron víctimas de la presión del régimen Franquista. Es cierto que la República no fue bondadosa con las personas trans y decidió hacernos un borrado institucional persiguiéndonos, pero Franco recrudeció su cruzada contra la diversidad, y por lo tanto, contra la naturaleza.

España no es el único lugar donde se rinde memoria y homenaje a todas las personas caídas. No sólo se hace para aquellas que murieron en distintos holocaustos y reperesión fascista, sino también fruto de la violencia de género que golpea, de manera especial y duramente, a las mujeres trans y que, para más dolo de cualquier persona (cis o trans) han aumentado. También rendimos homenaje en un grito de horror en mitad de un aplauso y cientos de minutos de silencio por todo el mundo a aquellas que han sido asesinadas socialmente.

Los asesinatos sociales se han convertido desde el origen de las personas trans, es decir, desde que el mundo es mundo en una forma difícil de asumir (para ellas y sus familias) como escapatoria al dolor que viven ante la transfobia (la cual a veces se ejerce incluso desde la política, pero sobre todo actualmente en redes sociales) y el vacío de incomprensión que a veces tienen consigo mismas por la falta de acceso a información.

Las particularidades de cada caso son diversas. No hay una persona trans igual a otra, por ende no podemos generalizar el dolor o la impronta que causa la sociedad (y en ocasiones inclusive la familia) que se ejerce hacia nosotras. Hay personas trans que en su familia son amadas, empoderadas y ayudadas continuamente a verbalizar lo que sienten, desean y necesitan; pero también están las familias que intentan hablar por ellas como si fueran marionetas o simplemente las silencian, niegan y expulsan del domicilio como un si fuesen un perro sarnoso al que nadie desea cerca.

Las personas trans nacemos, no surgimos de la nada. Que actualmente haya más presencia es porque muchas personas trans estamos hartas del silencio. Incluso los casos de hombres trans están siendo más visibles que décadas atrás cuando yo comprendí quién era realmente. El cambio se está generando, pero posiblemente me moriré y no veré que cualquier persona trans sea tratada de forma natural. ¡Ojo, natural! La normalización no es lo que buscamos, del mismo modo que tampoco queremos tolerancia o comprensión.

Tolerar no es aceptar, comprender es imposible porque nadie puede ponerse del todo en mis zapatos (ni en el de ninguna persona trans), y la normalización significa que no somos “iguales” o “normales”. Somos personas biológicamente concebidas con una genitalidad que difiere a lo común, pero la naturaleza ha creado decenas de animales que van contra los conceptos “habituales” o “normados”. Los caballitos de mar machos son quienes paren, hay peces que cambian de sexo, hay leonas que les crecen la melena, etc...

El borrado trans sigue ejerciéndose. Pocas personas cis saben o tienen conocimiento que hoy, 20 de Noviembre, es el Día de la Memoria Trans. Escasas son las personas cis que se cuestionan cuáles son los pasos a dar ante un caso de transfobia, el cual suele denominarse homofobia, o son capaces de comprender hasta que punto la democracia no es igual para ellas que para nosotras y, por lo tanto, tienen privilegio.

Yo tengo privilegio sobre mis hermanas trans, del mismo modo que ellas tienen privilegios sobre sus hermanas trans racializadas, con diversidad funcional o de otra nacionalidad si hablamos de España. También tenemos las personas trans andaluzas unos privilegios que no nos han llovido del cielo, sino que personas como Mar Cambrollé, presidenta de la Plataforma Trans y de ATA-Sylvia Rivera, ha luchado a pulso con otras personas trans durante cuarenta años. Hay quienes nos hemos sumado buscando la mejora de nuestras vidas y de otras personas trans, hay quienes nos hemos quedado porque no podemos dormir por las noches pensando que alguien ahí fuera, cualquier persona trans, está viviendo un calvario porque sus padres, las personas superiores a ellas institucionalmente o laboralmente, no comprenden su dolor e intentan romper esas alas que a todas nos ofrecen cuando nacemos.

Nacemos libres de cualquier norma puesta en marcha por personas cishetero. Si bien, el sistema espera que seas cis, heterosexual y tengas encima una serie de necesidades básicas que ellas comprendan. Si bien, cuando naces trans y, para colmo, con una diversidad dentro de la sexualidad se llevan las manos a la cabeza e intentan imponer sus criterios.

Francisco Franco no encerró en cárceles a hombres gays y mujeres lesbianas. Las mujeres trans existían en esa época y eran “las mariquitas”, “las locas”, “los maricas” o “el maricón del barrio”. Los hombres trans existían en esa época y eran “las marimacho”, “las machirulas” o “las bolleras/tortilleras/camioneras/hombrunas”.

Hoy en día pocas cárceles tienen una placa en homenaje a las personas trans que murieron en sus celdas, las cuales aún buscan sus Derechos Humanos en la memoria de las que sobrevivieron. El honocausto del franquismo, el deseo de Franco y el vínculo con Hitler, incluso envió a personas trans a campos donde terminaron extenuadas hasta llegar a la muerte o incineradas cuando ya eran inservibles.

Día tras día veo como se pisotean incluso nuestros derechos o se olvidan que otras personas lograron destruir ciertas barreras. No se lucha igual. La juventud lo ve mucho más fácil o acepta las migajas que les ofrecen como escapatoria. Si bien, hay quienes siguen muriendo y los transfeminicidios disfrazados de homofobia, de “crímenes contra travelos” o “hombres vestidos de mujer”.

Durante años se ha gritado en busca de una Ley Trans Estatal para que todas las personas trans en España (sean o no inmigrantes o de cualquier raza) tengan cubiertas sus necesidades sanitarias y documentales, se de información en aulas (tal y como se pedía en la última Huelga Estudiantil el día 14 de Noviembre y en la cual participé como muchas compañeras), se visibilice los asesinatos hacia las mujeres trans y la violencia generalizada hacia las personas trans (sean hombres, mujeres o no binarias) así como se otorgue mayor representatividad en órganos institucionales y en empresas por medio de bonificaciones para la contratación de personas trans (y por ende dejar la exclusión social en la que vive más del 80% de las personas trans). En Febrero se pudo hacer un pequeño paso, el cual en ese momento nos pareció enorme, pero se tambalea. Lo necesitamos con urgencia. Hay cada vez más violencia, el autobús del odio vuelve a circular sin frenos y marcha hacia delante... ¿No os basta? Incluso en redes sociales somos a veces la burla, sobre todo en Carnavales cuando los hombres cis se burlan de nuestras hermanas y también de lo que representa una mujer en sí.

¡Ya basta! Nos llamáis violentas cuando gritamos que estamos cansadas. ¡Ya basta! Decís que exigimos demasiado y nos quejamos por todo. ¡Ya basta! Cuando ni siquiera se hacen eco en los medios del día en el cual estamos hoy y sólo se le da eco a los fascistas que visitan a su Mesías.

¡La transfobia mata y nos sigue matando!

Últimamente me siento muy avergonzado, cansado y deprimido al leer a jóvenes en redes sociales siendo terroristas contra personas trans bajo un supuesto feminismo trans excluyente (TERF). Ese feminismo no existe, no es feminismo, es patriarcado disfrazado y es para retrógradas. Las personas avanzadas confían en las personas diversas, aman la diversidad y la apoyan. Las verdaderas feministas son aliadas y en el feminismo cabemos cualquier persona (inclusive los hombres -cis o trans de cualquier sexualidad- gracias a que rechazamos el machismo buscando una nueva masculinidad) y no nos atrevemos a denigrar a nadie bajo ninguna premisa.

¡Ni cis ni trans, ni una muerta más! ¡Eso espero escuchar el próximo día 23 por parte del feminismo! No obstante, habrá algunas que no lo griten o incluso exijan que sólo se hablen de “hembras biológicas”.

La transexualidad es natural. Acepta la naturaleza. Ama la naturaleza. ¡Déjanos ser libres! Asume que estamos ahí, que siempre estuvimos ahí, y que lo hayas desconocido hasta ahora es tal vez porque el borrado trans ha ido muy bien al sistema patriarcal.




Desde aquí un fuerte abrazo y un beso a todas las personas trans en vigilia hoy, aquellas que han hecho performance, han izado banderas o simplemente han aportado su granito de arena en redes sociales.

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