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Hartas de violencia: Las personas trans necesitamos la Ley Trans Estatal YA.


Hace unos días se publicaba en la mayoría de periódicos una noticia con un titular que dejaba pocas dudas acerca de lo que ocurría dentro del colectivo trans. Es un colectivo amplio, diverso en expresión y también en divulgación de sus necesidades. Cuando digo “amplio en divulgación de sus necesidades” hablo concretamente de las numerosas asociaciones que conforman la plataforma. No son una o dos asociaciones, sino cientos. Son las mismas asociaciones que lanzaron el titular que todos los periódicos han aceptado casi en su totalidad sin modificar una cosa: La Plataforma Trans denuncia la escalada de agresiones a personas del colectivo.

La noticia surge tras un comunicado de la plataforma que enumera un conglomerado de hechos que dejan sin la menor de las dudas las necesidades y disquisitudes que vive una persona trans. Algunos de esos problemas aumentan si son mujeres, inmigrantes, con problemas de movilidad, etc... Si bien, la mayoría de barreras y violencia (tanto verbal como física) se da a todas las personas que están bajo la T de la transexualidad sin importar si son travestis, transgéneros o transexuales. A decir verdad, yo no veo diferencias entre las distintas T por mucho que intenten hacérmelo ver. Si bien, es mi opinión y aunque para muchas esté errada creo que los errados son ellas, estas personas, quienes se equivocan porque son hermanas nuestras y tenemos los mismos problemas ante los privilegios cis.

El cuerpo de la noticia es el siguiente en el periódico “Público”:

La plataforma Trans ha considerado "alarmante" la escalada de "odio y agresiones" que, asegura, se está registrando en los últimos días contra personas trans y ha demandando un marco jurídico que proteja el derecho a la "libre determinación de la identidad y expresión de género".

La federación de asociaciones trans -la plataforma Trans- ha denunciado esta situación en un comunicado en el que muestra su "indignación y hartazgo" por las agresiones que se han producido recientemente "por motivos de identidad y expresión de género".

Según denuncia la plataforma, la última agresión tuvo lugar el pasado jueves por la tarde en Cáceres: una mujer trans fue agredida por cuatro jóvenes, que le atacaron y causaron arañazos y algunos moratones, sobre todo en el rostro.

Los hechos se produjeron en el barrio de Los Fratres, y la víctima interpuso una denuncia en la Comisaría de la capital cacereña por la noche, según señala la plataforma, que cita fuentes policiales. Esta sería la tercera agresión a mujeres trans que se produce en la ciudad en los últimos cuatro meses, según señala la Fundación Triángulo, tal y como recoge la plataforma.

Además de esta agresión, hace unos días se produjo otra en Valladolid, que según la plataforma aún mantiene inconsciente a la víctima en la UCI del hospital Río Hortega. Pero junto a estas se han producido otras en Madrid, Andalucía y otras comunidades por motivo de "identidad y expresión de género", según denuncia.

"Nuestro país también ha vivido en los últimos años el 'suicidio' de adolescentes trans, una campaña de odio transfóbica por la organización ultra católica Hazte Oír, con la impunidad del Estado, gozando de la consideración de 'utilidad pública'", señalan en el comunicado.

La plataforma pide al Gobierno que retire la consideración de utilidad pública a "Hazte Oír" y que apoye el trámite parlamentario de la propuesta de ley trans estatal ya registrada. Además, recuerda que Unidos Podemos registró el pasado 23 de febrero una propuesta de ley trans integral de ámbito estatal, que fue impulsada por la federación, que no ha sido debatida en el Parlamento.

Para Mar Cambrollé, presidenta de la plataforma, el Estado es "deudor y reparador" de la "grave situación" que han vivido las personas trans, "las peores maltratadas por la dictadura" y las que -dice- no pueden ser "las olvidadas de la democracia".

"La consideración de personas en igualdad de condiciones no es posible con poses, declaraciones bien sonantes o compromisos incumplidos. Es la hora y el momento de la responsabilidad política que lleve a la reparación social del colectivo trans; necesitamos que se dé trámite urgente a la propuesta de ley trans estatal", ha concluido Cambrollé.


Justamente hoy, hablando directamente con Mar Cambrollé, he comentado como ayer mismo me comentaba alguien que “debíamos hacer oídos sordos a los chistes y mofas, pues no podemos vivir todo el día en guerra. Si bien, si queríamos algo teníamos que “luchar” para conseguir los mismos derechos que los homosexuales”. Me sentí indignado. Fueron las mujeres trans las primeras en lanzar el ladrillo en Estados Unidos y las primeras en ponerse en la pancarta de Barcelona o Sevilla con el MHAR aunque por aquellas fechas se las señalase como “mariquitas”. Porque no olvidemos que “La mariquita se peina en su peinador de seda (…) El mariquita organiza los bucles de su cabeza”. Las personas trans seguimos en pie de guerra, siempre hemos estado ahí visibles, y eso ha sido el ácido corrosivo del odio hacia nosotras. Por mucho que nos atacasen nos volvíamos más rebeldes y buscábamos la forma para seguir siendo nosotros. Hay casos donde hombres trans asumían la identidad de familiares fallecidos, o desaparecidos, durante el conflicto de la Guerra Civil Española. Están documentados estos casos, pero se venden como “lesbianas” que quisieron contraer matrimonio con sus parejas. Del mismo hecho que hay casos de mujeres trans que murieron violadas, golpeadas y humilladas verbalmente en las cárceles con el símbolo de “homosexual” cuando realmente eran mujeres, tan hembras como las que poseen ovarios y se creen merecedoras únicas de llamarse “reales”, y no hombres.

No es la primera vez que hablo con Mar Cambrollé de mi indignación sobre estos hechos. Ella también a veces suelta sus comentarios mordaces cuando alguna persona ajena al colectivo dice que esto es “novedoso” o “causa curiosidad porque es algo actual” cuando ella misma saca datos de la antigüedad que tiene la transexualidad. Yo mismo he sacado la mitología grecorromana a pasear más de una vez, así como he hecho algún guiño a las Muxes de México. No seamos falsos, por favor. Incluso en las televisiones de los 80's aparecían personas transexuales que se les denominaba travestis. Mi madre llegó a admirar la tenacidad de una de esas mujeres: Bibiana Fernández.

No. Esto no es de ahora. Así como las agresiones verbales, las mofas, los cliché y las ganas de joder al colectivo no es de ahora. ¿Es que nadie recuerda las burlas a “La Veneno”? ¿Nadie? ¿Nadie recuerda ya los comentarios hirientes hacia concursantes trans en programas de telerealidad? ¿No? ¿En serio? Y esto lo he vivido yo de adolescente y en mi juventud más temprana.

Hoy es mi cumpleaños. Cumplo 32 años. La democracia lleva parada 40 años para las personas trans. No quiero cumplir 40, es decir, no quiero que pasen 8 años más para que a mis “años de canas” se apruebe una ley que ya ha sido registrada. Señores políticos: URGE LA MALDITA LEY TRANS ESTATAL. NOS ESTÁN MATANDO CADA VEZ MÁS. YA NO PODEMOS ESPERAR NI UN MINUTO. ESTAMOS HARTAS LAS PERSONAS TRANS.

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