Cuando era pequeño me gustaba el
fútbol. No me gustaba ver los partidos, sino el vínculo que podía
crear con mi padre. Él no solía escucharme muy seguido, pero cuando
le preguntaba por los cromos de la liga, alguna jugada o simplemente
insistía en ser “Benji Price” de Captain Tsubasa la cosa
cambiaba. Tal vez sólo por eso hasta los siete años intenté ser el
mejor portero, después el encanto fue decayendo hasta que me
interesó la liga NBA, el patinaje artístico o la natación
sincronizada porque veía un espectáculo más impactante. Incluso me
enamoré durante mucho tiempo del béisbol, el cual practiqué durante
dos años en el colegio gracias a un profesor que realmente amaba su
asignatura.
Actualmente cada vez que hay un partido
importante intento desvincularme del televisor algunos días, incluso
de los informativos y de cualquier oportunidad que tenga de influirme
los cánticos violentos y machistas que suelen vincularse a un
espectáculo que debía ser muestra de diversidad, compañerismo,
solidaridad, etc...
Siempre hemos escuchado como muchas
mujeres cisgéneros, sobre todo, se han ofendido porque la liga
femenina no es para nada importante a ojos del “Macho español”.
Así como hemos visto insultos a árbitros por ser homosexuales, ser
mujeres o simplemente por su color de piel o ideología política. El
campo se ha convertido en una olla a presión para denigrar a
inmigrantes que ganan títulos para clubes que a veces no hacen nada
para frenar a ciertas jaurías.
Desde hace tiempo se ha visto como en
el campo donde juega el Barcelona hay cánticos contra los que desean
la independencia o simplemente son catalanes. El gran ejemplo es
Piqué. No suelo ver el fútbol, pero leo titulares de los periódicos
aunque intento alejarme de la televisión y cualquier medio... ¡Pero
demonios vivo en este mundo y acudo a un gimnasio con frecuencia! El
tema estrella es el deporte, y sobre todo el fútbol. Podrán ser de
un equipo u otro, tener una ideología política u otra, gustarles
más un deporte u otro; pero las polémicas pasan de boca en boca. La
polémica que saltó en mi radar fue la siguiente: "Shakira
tiene rabo y tú eres maricón"
Muchos en el vestuario saben que soy
transexual, así que uno de ellos cuando lo escuchó me miró de
soslayo y preguntó qué tenía que decir al respecto. Por mi parte
sólo arqueé una ceja y escuché de fondo a uno de los compañeros
decir que claramente diría que era homofobia. Ahí me reí y
contesté lo siguiente:
No es homofobia, es transfobia. Se
burlan de las mujeres transexuales y aseguran que si un hombre se
enamora de una mujer trans, esté o no operada de sus genitales,
automáticamente es homosexual. Eso es falso. La verdadera realidad
es que si te gusta una mujer, tenga vagina o pene, te va a gustar una
apariencia femenina, una mujer en su sentir, y por ende no eres
homosexual. Posiblemente puedas ser bisexual, si también te gustan
los hombres; pero básicamente un hombre que está en una relación
con una mujer trans es una relación heterosexual lo mires por donde
lo mires.
Todos guardaron silencio hasta que uno
rompió este con un comentario que me sorprendió: No sólo es
transfobia, es machismo. Yo me cago en todos los muertos de la
gentuza que mezcla a la familia de un jugador con su labor en el
campo. Incluso su labor en el campo con si es esto o lo otro.
La verdad, sinceramente y con la mano
en el corazón, no me lo esperaba. También es cierto que a esa hora
van personas con una mentalidad más abierta, que me han preguntado
sobre la transexualidad cuando han estado conmigo en la piscina de
chapoteo donde el agua es caliente y perfecta para mis problemas de
salud... Por supuesto, alguno me ha confirmado que ha tenido una
cuñada trans o conoce a alguna mujer trans, aunque no se han
atrevido jamás a preguntarles nada por miedo a que estas pudiesen
ofenderse. A mí me tienen como un igual, como un hombre más, y por
ende me preguntan sin tapujos e intentando no ser ofensivos -que a
veces por mucho que se intente... molesta un poco cuando preguntan
por tu nombre anterior o si te has operado completo- porque según
ellos se necesita más información.
Desde aquí pido más sensibilidad en
los medios de comunicación y más información. He visto como en
muchos lugares se han ofendido por lo ocurrido, pero nadie ha lanzado
el grito de transfobia. Sólo han visto un acto machista, cosa que no
queda sólo ahí.
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