Hace algunas semanas felicité a la deportista Jessica Millamán que logró al fin luchar por títulos en un equipo femenino de hokey. Así mismo quiero felicitar, aunque posiblemente jamás lleguen mis aplausos, a otra gran mujer llamada Hannah Mouncey que ha hecho lo mismo en el fútbol australiano. Ambas mujeres han luchado contra las cisnormas, la transfobia, la misoginia y cualquier barrera que las impedía ser libres, respetadas y aplaudidas por su desarrollo deportivo.
En la entrada que hice de Jessica Millamán hablaba como claramente la hormonación que tienen las mujeres trans -aunque hay mujeres que no se hormonan ni hacen cirugías, pues unas hormonas y unas cirugías no te hace ser más mujer del mismo modo que unos genitales u otros- provoca que pierdan ese “empuje” de la testosterona que tanto “dicen que influye” en su competitividad y desarrollo en el campo de juego.
La Ley Trans Estatal aboga porque personas trans compitan junto a compañeros o compañeras de su misma identidad, provocando así que las mujeres trans compitan en competiciones femeninas y los hombres trans en masculinas. Del mismo modo que cuando una mujer trans quiere ser policía tendrá el baremo de las féminas, así como un hombre trans tendrá que llegar al baremo de sus compañeros varones. Es lógico, es sencillo y todo está controlado para que no ocurra problema alguno. De hecho, usualmente quienes tienen más problemas son las federaciones y quienes asisten a terreno como aficionados que los compañerxs y sus rivales.
Sin embargo, esto que es tan lógico, sencillo, normal y que debería ser algo ya comprensible para todxs al parecer para los señores de “El Inmundo”... ¡Lo siento, quería decir El Mundo!... pues no. Para ellos esa lógica no existe y llaman “hombre transexual” a una mujer trans. Me encanta su transfobia, misoginia y también su violencia verbal en cada línea.
Destriparía cada pedazo de su artículo, pero cada vez que lo intento requiero de tomar cubo y fregona. ¿EL motivo? Me dan arcadas. Creí que no iba a leer un artículo tan aberrante como el de la señorita Diana Vázquez, pero al parecer se superan. Están oponiéndose a una ley que es necesaria para que no ocurran casos como Ekai, el cual es el asesinato social más reciente, y por el cual incluso el periódico se hizo eco hablando de esta noticia como algo triste. Felicidades por su doble moral, señores del “El Mundo” porque al parecer ustedes no están en este mundo, ni en esta sociedad y tampoco en este maldito planeta. Ustedes siguen viviendo en la época de Pepito Piscinas. Espero y deseo que la Ley Trans Estatal esté ya en vigor y artículos como el suyo puedan ser denunciados por ataque transfóbico a la comunidad. ¿Así es como quieren contribuir a que menores como Ekai no se suiciden? ¿Así quieren apoyar a la diversidad? Ustedes y su folleto provocan un retraso apabullante. Al parecer lo único que se les ha dado bien ha sido redactarlo sin faltas de ortografía.
Link al despropósito: Noticia basura, noticia del Inmundo
PD: Me asquea que tomen una fotografía de empoderamiento colectivo, donde incluso aparezco yo, para esta mierda de artículo. Ojalá se os cayese la cara de vergüenza.
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