Las personas trans debemos ser
incluidas en la sociedad en todos los ámbitos, aunque usualmente se
nos aparta como si fuéramos monstruos circenses que únicamente
sirven para colocar en los plató de televisión, ponernos un paquete
de clinex al lado y un periodista haciendo cisplaning sobre lo duro
que es ser trans. Lo hemos visto en muchas ocasiones en numerosas
cadenas y algunas inclusive con un lenguaje transfóbico que anulan
la identidad de la persona que tienen a su lado.
La política y las personas trans no
nos solemos llevar muy bien. Somos como el perro y el gato, el agua y
el aceite, el hielo y el fuego... En definitiva, siempre estamos
tirando de la cuerda hasta que se rompe o hasta que nosotros logramos
nuestro objetivo, porque siempre estamos en lucha. Los derechos que
poseemos son nimios en comparación con los que disfrutan las
personas cisgéneros, los cuales tienen una vida mucho más cómoda e
integrada en todos los ámbitos de la sociedad. Por lo tanto, la
mayoría de nosotros no se casa con partidos políticos ni desea
entrar en política a salvedad de ponernos en una mesa a pedir lo
justo y necesario como lo es la Ley Trans Andaluza o la que ahora nos
tiene en pie de guerra que es la Ley Trans Estatal.
Aún así hay valientes que deciden
intentar meterse de lleno en el fango e intentar desde dentro para
cambiar las cosas. Digamos que es como tener un caballo de Troya con
una banderita azul, blanca y rosa constantemente agitada. Porque
nosotrxs habitualmente cuando entramos en política, en un empleo o
cualquier lugar intentamos ser visibles y por eso mismo es un gran
paso que un joven trans haya decidido participar en un espacio
público como es ser el nuevo concejal de Transparencia,
Modernización y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de
Paiporta en Valencia.
Desde aquí espero que su edad no sea
un impedimento para que pueda ser escuchado, del mismo modo que ser
trans. Tenemos que estar ahí, luchando por nuestros derechos y
demostrar que somos tan válidos como cualquier otrx ciudadanx. No
somxs ciudadanxs de tercera, sino de primera.
Así que felicidades a Guillem Montoro
por esa sonrisa de satisfacción que muestra en la imagen tomada de
Europapress, por el logro y también porque espero que su ímpetu nos
ayude a los hombres trans a ser más visibles.
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