Ir al contenido principal

TRANSformando el deporte.

Imagen periódico Clarín

Muchas personas trans ante la palabra “deporte” sienten un miedo atroz. No es por sus características físicas a la hora de entrar en un vestuario o baño en un centro deportivo, sino que va mucho más allá. Para un hombre trans sin masectomía y posterior masculinización de su torso puede ser un problema serio a la hora de ir a una piscina, playa o cualquier lugar donde se requiera usar traje de baño. No obstante, no hablamos tampoco de la polémica de mostrar genitales distintos a los habituales a la hora de cambiarnos. Ni siquiera voy a hacer mención o entrar en la polémica de la ropa a usar, pues el tallaje a veces no va con nosotros ni con las personas cisgéneros con distintas estaturas. Parece que la moda deportiva opina que si eres demasiado bajo o alto no existes o no puedes practicar dicho deporte. Tampoco vamos a hablar de las cisnormas sobre nuestros gustos sobre deportes, tanto a la hora de competir de forma individual y colectiva o sólo participar como forofo o fanático. Hablemos de algo más crucial y es la vida de una persona trans dedicada por entero al deporte desde temprana edad.

Hay hombres y mujeres trans que tienen una ilusión y es llegar a ser la próxima estrella de un equipo de fútbol, baloncesto, voley, natación sincronizada, etc... Antes de sus hormonas, en el caso que haya decidido tomarlas, tenía que federarse en una categoría y género que no le correspondía, pero así eran las absurdas normas. Al cambiar su aspecto, así como también sus credenciales, queda en un limbo que muchas veces tienen que resolver los tribunales. Unas veces a favor de la persona trans y en muchas ocasiones a favor de aquellos que patologizan, denigran y aíslan a una persona trans por el sólo hecho de ser trans y no entrar en sus cisnormas. ¿Ven la comodidad con la que viven los cisgéneros? Ellos y ellas, hombres y mujeres cis, no tienen ese problema. Nosotros sí.

Recuerdo que cuando era pequeño me gustaba practicar numerosos deportes. Mi favorito era el baloncesto, aunque no era muy bueno. En uno que era excepcionalmente bueno era el balón medicinal, pero no me dediqué a ello. ¿Imaginan que hubiese seguido practicándolo y ahora estuviese en ese embrollo? Una persona trans después de décadas sumergida en el deporte ahora tendría que dejarlo. O incluso si hubiese practicado más y mejor el boxeo o ahora, a mis años, decidiese hacer natación aunque fuese de forma poco profesional en un pequeño equipo. Tendría problemas. Problemas muy serios. Tanto si hubiese iniciado antes o después mis hormonas me vería en un limbo. De hecho, me vi en un limbo cuando quise presentarme a pruebas físicas de acceso a la TIP como Vigilante de Seguridad. No encajaba. Por mi físico debía ir a las masculinas, pero por mi DNI tenía que inscribirme a las femeninas. No me dejaban ni a una ni a otra. Decidí desistir y he preferido buscar un lugar donde no se me pongan impedimentos y el compañerismo sea real, pues si sacase todo lo que tengo que sacar sobre ese mundo no acabo este post y me vería forzado a hablar de un tema que no tiene interés ahora mismo. La cuestión fundamental es que para cualquier prueba deportiva, incluso para un pequeño acceso a trabajo como bomberos o policías, nos vemos cuestionados y mirados con lupa.

Las personas trans merecemos competir con los compañeros o compañeras de nuestro verdadero sexo biológico, el cual es aquel que difiere con los genitales por los cuales se nos cataloga en mujeres u hombres. Una mujer trans tiene que competir con sus compañeras cis, así como un hombre trans tiene que competir con sus compañeros cis.

Hoy Jessica Millamán es una mujer feliz porque ha logrado estar en el lugar donde le corresponde: jugando con otras mujeres de su nivel al hockey. La Confederación Argentina de Hockey (CAH) ha aceptado que ella participe en los torneos como una mujer más y eso debería ser algo común, pero es noticia porque muchas veces los litigios no llegan a nada y nos vemos frustrados. Desde aquí quiero felicitar a la señorita Millamán por este gran logro, el cual seguro que no le quita la sonrisa aunque pierda algún partido.  



Comentarios

Entradas populares de este blog

Daniel era Carla

Toda persona tiene en su genética un gen llamado “ el gen de la maruja ”. Al menos, así lo afirmo y así me lo demuestran los años, las personas de mi entorno y el resto de la sociedad. He podido comprobar como los bulos se hacen cada vez mayores y todos los años hay uno o dos bastante sonados. El primero que recuerdo, a pesar de ser tan sólo un niño de unos ocho o nueve años, fue el del programa “Sorpresa, Sorpresa” y era sobre un perro que hacía un oral a una joven que iba a ser sorprendida por el famoso cantante Ricky Martin, el cual aún ni había salido literalmente del armario. Otro que recuerdo con bastante exactitud fue cuando dieron por muerta a Carmen Sevilla, la cual está aquejada de una horrible enfermedad que está borrando su memoria, o cuando se afirmaban ciertos hechos políticos Podemos vinculándolos con Venezuela. Todo esto lo he visto día tras día, mes tras mes y he crecido con ello. Personalmente soy muy crítico. Siempre he considerado que necesito varias f...

“Cisfobia” el contraargumento de la transfobia.

Ocasionalmente, por no decir que es algo continuado y prolongado en el tiempo, tengo algún que otro enfrentamiento en redes sociales. Creo que todo comenzó desde que me hice mi primera cuenta online en Hotmail. Desde que tengo correo electrónico y un perfil en una red social, desde foros pasando por Blogger u otros medios como Facebook o Twitter, me estoy topando con personas que son contrarias a mis ideas. No me importa dialogar y dar argumentos a tus “batallitas” de personas cisgéneros que “intentan” dilapidar mi camino y poner trabas a mi libertad tanto de emanciparme de su discurso como de desvincularme de cualquier otro, pues como persona individual, con una serie de años y vivencias a mis espaldas, tengo mi propio discurso debido a mis propias experiencias que pueden ser similares, pero jamás iguales, a mis compañeros. Es posible que me aplasten los mismos problemas, pero los encajo de forma distinta y es porque he logrado tener información veraz y de primera mano, luchado ...

TRANS posible palabra del año.

“Trans” es más que una palabra, es un símbolo de lucha, guerra contra el CIStema, empoderamiento, verdad, honor, orgullo, determinación, honradez, valentía y, sobre todo, de dolor. Dolor porque el CIStema sigue apretando las tuercas al cerebro que determina nuestro verdadero sexo biológico. Eso de “sexo sentido” ya me parece insuficiente. Biológicamente somos hombres y mujeres, no es algo que tú simplemente sientas. Muchos tratan de usar nuestros genitales llamándolos “masculinos” o “femeninos” provocando cierta controversia, dolor, pérdida de identidad y refuerzo de su poder contra nosotros. Pero hay muchos ahí fuera, porque somos más de los que realmente dicen las estadísticas, que clamamos no ser sexualizados ni señalados CIStemáticamente por el órgano por el cual nos reproducimos, tenemos relaciones sexuales o simplemente damos rienda suelta a nuestras necesidades biológicas más primarias. Un pene o una vulva no son símbolo de un sexo, ni un género y ni mucho menos debería...