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Se acabó: No más transfobia desde el poder político cisgénero.

“Todos somos iguales ante la ley y todos tenemos los mismos derechos.”

La frase que habéis leído seguramente la escuchéis millones de veces a lo largo de vuestra vida. No importa si es por medio de la prensa -sea cual sea su medio- o en cualquier lugar donde desarrolles tu vida social, cultural, política, educativa, laboral, etc... Escuchar, oír y leer esta frase es de lo más común. Puede que esté redactada con esta fórmula o puede que esté escrita como resumen de una noticia o un argumento de cualquier tertuliano. La base siempre será la que el derecho, la constitución y nosotros mismos creemos desde que tenemos edad de raciocinio y comenzamos a vincularnos con la ley, la autoridad y su mundo. 

El Artículo 14 de nuestra constitución española dice: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Esto implica que todos ante la ley tenemos las mismas garantías, pero no es así. La ley está elaborada de una forma donde los cisgéneros poseen superioridad y beneficios ante las personas trans. Las personas trans y no-binarias estamos subyugadas a un ordenamiento jurídico que muchas veces nos ningunea, anula e incluso borra por completo. 

Actualmente en el marco jurídico del territorio nacional no existe una ley que integre, empodere y haga homogéneo los derechos de las personas trans. Si nos situamos en el mapa vemos una desproporción brutal. El primer bastión en el cual se sublevaron las personas trans fue Andalucía logrando una Ley Trans Andaluza en el 2014 que poco a poco se va desarrollando, aunque tiene pequeños defectos y hay cretinos desde las instituciones -sin importar si su cargo es importante o no, político o simplemente administrativo- que deciden limpiarse sus posaderas con lo alcanzado por ATA-Sylvia Rivera que desde su fundación decidió romper esa barrera que nos segregaba a UTIG (UIG así se llaman ahora) a Málaga entre otros aspectos desgarradores y descorazonadores. 

Cuando cuento esto recuerdo los dibujos de mi infancia de Asterix y Obelix donde la Galia, una pequeña comarca, impedía el acceso al Imperio Romano y con un pequeño brebaje, que los llenaba de orgullo, fuerza, energía y valor, hacía migajas al resto. Pues al parecer ese brebaje se ha expandido y se ha logrado que en otras comunidades autónomas copien el modelo -aunque sin tener los mismos beneficios por completo y en “Las Islas Afortunadas” deberían llamarse “Las Islas de la Desgracia” porque Las Islas Canarias tienen una que es para echarse a llorar- que en muchos casos no se está cumpliendo. 

Hace unas horas saltó un caso muy mediático de CISPLANING que es cuando un heterosexual decide explicar, como si fuéramos monos de circo, que somos unos pobres desgraciados, que lo pasamos mal y que hay que tener lástima de nosotros... Es decir, es como cuando nos sientan en un plató de televisión, se coloca un presentador o presentadora al lado y dice: Pobrecita trans, qué mal lo ha pasado. Deja que cuente tu vida, tú te pones a llorar cuando te enfoque la cámara y yo sigo narrando tus desgracias como si las hubiese vivido yo, pues yo soy quien domina el medio y tú eres una pobre alma descarriada. 

Mira, como diría María Jimenez en una de sus canciones: se acabó. Se acabó en las Redes Sociales, en la vida pública, en los medios de comunicación y por supuesto se acabó en la política. Vamos entrando cada vez más en las instituciones, en las medas donde se debate nuestras leyes y nuestros derechos. No más privilegios, no más discursos y no más ayudas a organizaciones como Hazte Oír. Tenemos que conseguir una Ley Trans Estatal, que es por la que estamos luchando de Norte a Sur y de Este a Oeste, porque lo necesitamos para evitar los siguientes casos:

El primero es de una chica transexual que ya conoceréis. Claudia denunció a la UIG y al parecer le están pagando esta denuncia con creces. Intentan evitar que tenga su nombre sentido. La noticia está mal redactada porque no es homofobia, sino transfobia. Las cosas por su nombre. Cero de ayuda al Lobby Gay que nos han usurpado las voces, destrozado la vida y ganado privilegio a nuestra costa. No más ayuda señalando casos de transfobia como homofobia, por favor. Porque esto es ir en contra de su identidad no de su sexualidad, pues Claudia tiene su sexualidad y digamos que la jueza no sabrá cuál es. Ella sólo sabe que Claudia desea librarse de su nombre anterior y ser auténticamente ella, pero la jueza ha alegado mentiras para arrebatarle de su derecho, que no privilegio, porque desde su posición privilegiada lo ha visto fácil y posible. 

La noticia la podéis leer de forma más extensa aquí: Link noticia

La otra proviene de una compañera llamada Carmen García de Merlo que denuncia, junto a varias instituciones trans  (ARCOPOLI, TRANSCOGAN y FAMILIAS-TRANSFORMANDO COGAM), que no se está cumpliendo la ley en Madrid. Es decir, por mucho que hayan logrado una ley se está denegando a las personas trans sus derechos. Han decidido recurrir el viernes 19 de Febrero al Defensor del Pueblo por el incumplimiento de la Ley Integral de Transexualidad de la Comunidad de Madrid. No se han hecho, entre muchas cosas, algo tan importante como campañas de sensibilización e información sobre personas trans. ¿Saben lo importante que es esto para las personas trans? Se trata de evitar que se acose a menores o personas trans de cualquier edad en sus centros de ocio, trabajo o estudios. Esto no se puede permitir.


¡BASTA DE NINGUNEO! ¡BASTA DE MENTIRAS! ¡BASTA DE OBLIGARNOS A NO SER QUIENES SOMOS! ¡SOMOS PERSONAS, TENEMOS QUE OSTENTAR LOS MISMOS DERECHOS QUE LAS PERSONAS CISGÉNEROS! ¡SE ACABÓ! 

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