Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha intentado comprender qué hay de mágico en la naturaleza, más allá de las estrellas o quién es realmente y a quién le debe el milagro de la vida, más allá de sus padres y la crianza recibida en el hogar. Al sentirse solo imaginó criaturas en las flores, los árboles, los ríos, la lluvia, los mares y criaturas que no sabía identificar o sensaciones que provenían de la naturaleza y cuyo misterio aún se intenta descifrar, pues es algo místico que algunos sienten cuando caminan por los viejos senderos donde merodeaban druidas o hacían emboscadas los ladrones de antaño.
Si echamos la vista hacia atrás las religiones politeístas siempre han tenido diosas muy fuertes, inteligentes, concienzudas y también crueles. Por supuesto, las figuras masculinas son indiscutibles. No siempre son patriarcales como la grecolatina, sino que hay algunas como las hindues donde proliferan las mujeres y en el egipto antiguo estas eran a veces más fuertes que los propios hombres.
Sin embargo, si nos paramos a meditar sobre las monoteístas vemos que la judeocristiana es bastante machista, sobre todo porque la judía, que es de la cual proviene gran parte de las leyes y creencias cristianas, tiene un fuerte matiz machista y sexista que relega a la mujer a un segundo plano e incluso un papel tan insignificante que apenas tiene validez su palabra. En la cristiana al menos María tiene algo de importancia, pero no deja de ser "la madre" y Magdalena ha sido considerado siempre como "una puta que seguía a Jesús" y no una de sus mayores y mejores discípulas.
Hoy tengo la alegría de explicarles a todos que hay creyentes, y sobre todo iglesias, que tienen las agallas de pensar un segundo si Dios, el dios en el cual creen, puede no tener género o poseer ambos. Es el caso de la iglesia sueca que ha decidido llamar a Dios como "HEM" que es el pronombre neutro en ese país.
Se acabó llamar a Dios hombre, pues muchos siempre han pensado si era asexuado o poseía ambos géneros... ¿Acaso sus hijos no son diversos? ¿Acaso los ángeles no poseen un género neutro? Pues "él" ya no será "él" sino "elle" y afronta así un nuevo reto: Ver a Dios más allá de su género o sexo... verlo como un ente diverso que apoya esa diversidad y no la castiga.
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