Muchos creen saber definir correctamente la palabra "Transexualidad" y siempre inician con los típicos argumentos sobre "lo que somos" y "lo que fuimos" incorporando un "transito" y de ahí el prefijo "trans". Contrariamente a esto muchos transexuales hemos dejado atrás, por fortuna aunque con demasiados problemas, ese tipo de complejos que envenenan a la gran población transexual y transgénero. ¿Y por qué? ¿Por qué hemos dejado atrás "lo que somos" y "lo que fuimos"? Sencillamente porque jamás dejamos de ser nosotros mismos para ser otros. Nacimos transexuales y seguimos siéndolo en todo momento. No es un tránsito como tampoco es un trastorno.
La persona transexual no se hace, nace.
Partiendo de la base que la transexualidad no es una enfermedad, aunque muchos quieran imponer este amargo criterio, el transexual nace siendo trans y no es una evolución, un cambio o proceso en el sentido de cambiar lo que somos. Más bien es un camino hacia una nueva lucha para reconocernos a nosotros mismos y comprender que más allá de la superficie está lo que somos.
Si bien, muchos siguen abogando porque tenemos "disforia de género" ahora conocido como "incongruencia de género". He aquí información que pueden utilizar para comprender lo errados que están.
En primer lugar, ¿qué es la disforia? Es una emoción molesta o desagradable. Una que provoca diversos síntomas en cualquier persona.
¿Cuándo se presenta? Debido a depresión, ansiedad, irritabilidad o inquietud. Todos podemos tener depresión, ansiedad, irritabilidad o inquietud al margen si somos trans o no. No son enfermedades propias de un segmento de la población. Así que si este estado te provoca tristeza, o sensaciones desagradables, podemos afirmar que su antónimo es la euforia.
¿Cuándo aparece? Cuando hay un desarreglo emocional.
¿Cuándo se experimenta? Son respuestas a acontecimientos como una enfermedad. También puede aparecer por pérdida de trabajo, muerte de familiar, etc. Porque perder un empleo puede deprimirnos debido a la falta de recursos o los años trabajados para una empresa, del mismo modo que lloramos la muerte de un abuelo, tío, sobrino, hijo o incluso las mascotas. El duelo es algo habitual en el ser humano y algunas personas lo sobrellevan mejor o peor. Y ni que decir si se nos diagnostica cáncer o cualquier enfermedad tediosa que nos provoque miedo y hasta pánico.
¿Es rasgo de algún padecimiento psiquiátrico? Sí, como la ansiedad o trastornos de ánimo.
¿Qué puede ocurrirle a alguien si no se la trata? Puede terminar suicidándose en el peor de los casos.
¿Es únicamente algo de personas transexuales/transgéneros? No.
¿Todos los transexuales/transgéneros sufren disforia? No.
¿Por qué puede tener un transexual/transgénero “disforia”? En pocas palabras: problemas emocionales debido a la mierda de sociedad. Si se nos aceptase tal y como somos, queriendo o no modificar nuestros rasgos, no tendríamos esa ansiedad, depresión y malestar emocional que nos puede llevar a veces al suicidio. El acoso escolar, en las oficinas o en la calle puede provocarnos alteraciones en nuestro estado de ánimo y hacer una marca increíble en nuestro estado de salud.
¿Es correcto el uso de la disforia de género? No. Ya incluso la OMS lo eliminó. Muchos expertos psiquiatras y psicólogos piden incluso a la OMS que quite “Incongruencia de género”. No somos enfermos y llamarnos “disfóricos” o que poseemos “disforia de género” es errado.
¿Qué afecciones causan disforia? Son muchas y algunas pueden sorprender a la mayoría. Algunos ejemplos:
La menstruación, depresión clínica, ansiedad, trastorno bipolar, trastorno de la personalidad... Incluso la pueden tener aquellos que dejan las drogas: trastorno de abstinencia. También puede aparecer con el El trastorno dismórfico corporal (TDC)
¿Qué es el TDC? ¿Lo tienen sólo los transexuales/transgéneros?
Es la preocupación exagerada por un defecto, así que no es sólo de transexuales. Esa famosa que admiras y se hizo cirugía, lo tenía, y se operó los pómulos por ello. Tu vecina del quinto que desea una lipo también lo tiene. Tu mejor amigo que quiere operarse la nariz porque la ve grande... Tu maestro de secundaria que tenía una cicatriz en el brazo y llevaba camisetas largas porque odiaba verse esa marca...
No es sólo de transexuales/transgéneros el TDC y la disforia. Y no todos los trans lo padecen. Por lo tanto, tachar de "disforia de género" ahora conocido como "incongruencia de género" la transexualidad es errado.
Entonces, ¿qué definición puede dársele a la transexualidad? Eso es lo que muchos estaréis pensando. La transexualidad es diversa, pues cada transexual lo vive de una forma distinta. La forma de comprender quienes somos puede tener semejanzas, pero jamás un patrón fijo. Tampoco se puede decir que los transexuales somos todos iguales en nuestra forma de expresión de género, comportamiento, aceptación de tratamiento y cirugías, etc. Esto es algo que iré desarrollando en las siguientes entradas.
Para muchos la transexualidad sólo es una forma de mostrarse en el mundo, de vivir, de existir, de sentir, de respirar... Somos aplastados como si fuéramos meros insectos, se nos intenta reconducir o aislar continuamente, porque somos incómodos a la vista de la opinión pública que dice siempre ser tolerante. Si bien, la tolerancia no es comprender y tampoco es una tolerancia cierta. Es la tolerancia de lo políticamente correcto, pues en cuanto te das la espalda generan odio o desconfianza hacia ti. Nos excluyen continuamente y esto no es victimismo, es una realidad. Incluso nos matan porque nos lanzan hacia el suicidio social ya que en cuanto lo expresas con vehemencia comienzas a perder conocidos, amigos, familia, trabajo o la comodidad en tu entorno estudiantil. Las burlas se multiplican y el acoso es tan insufrible que muchos optan por aislarse e incluso suicidarse.
En definitiva, la transexualidad es un camino para guerreros buscando la libertad de sentirse cómodos consigo mismos a pesar de muchos sacrificios, lágrimas, incomprensión y malos tratos sociales e incluso personales del propio invidividuo. Muchos conocen lo que son y lo ocultan creyendo que de ese modo podrán ser felices, pero llegados a una edad acaban alzándose pidiendo ayuda porque nunca han podido sentirse cómodos consigo mismos, que es lo realmente importa.
No es un tránsito, es un camino algo más complicado que el que puede hacer una persona cisgénero. Sin embargo, en este camino duro puedes encontrar a personas que realmente merecen la pena porque no les importará en absoluto quién eres, sino cómo eres con ellos y la fortaleza que ofreces cuando te levantas una y otra vez para seguir buscando un rayo de esperanza en tu vida.
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